Hace poco vino a México Daft Punk y me dieron ganas de ir. Pero me invadió ese estúpido pensamiento del ‘no, paqué si no me sé más que tres rolas’… y no fui. Y lamenté y me la menté no haber ido al que dicen fue un concierto de antología.
Hace poco vi el anuncio del concierto de Kanye West y me dieron ganas de ir. Me invadió el mismo estúpido pensamiento, pero uno no puede pisar dos veces la misma caca.
Gracias a la magia de Ticketmaster pude comprar los boletucos dos días antes, y de paso me sablearon con una informativísima revista que obviamente no solicité, y todo porque no le quité el click a una cajita (¡ojo amiguitos, no les vaya a pasar a ustedes en su próxima compra lo que pasó a éste, su pendejo servidor!). En la sección D30. Checo el mapa y a los exclusivísimos boletos les faltaban unos 5 metros para estar justo atrás del escenario, exactamente para no ver ni madres. Muy bien.
Después de un tráfico digno del quinto caragge, llegamos a bordo del Avispón al Palace des Sports (traducción del francés: Palacio de los Deportes). Me aborda un tipo.
Vieneviene: Qué amigo (odio que me digan amigo), vienes al concierto del Keni Güest.
Chanfle II: ¿De quién? (Nomás pa’joder).
VV: Del Keni Güest.
ChII: Sí, pero no.
VV: Pero no qué…
ChII: No quiero tu lugar, no lo dejaré en la calle, quiero dar la vuelta.
VV: No se puede.
ChII: Cómo de que no.
VV: Pus no.
ChII: Ahorita le intento.
VV: Pus órale, tú solito te vas a abrir tus ojos…
Lengua de oro a la discusión más estúpida del 2008.
A Kanye le abre Pato Machete. Oséase, Pato, el que era de Control Machete, que ahora canta esas rolas y otras suyas, mientras Fermín canta cánticos cristianos (ah qué la vida ¿no?). Y que andamos armados, y que viene viene viene viene, y que bien bien bien, y que sí señoooor, sí señooooor… Y que calienta la noche.
Yo compré boletos para lámpara 1 y lámpara 2, pero que no se vendió bien el concierto, me bajaron a la sección en la que gente pagó el doble que yo (justicia divina, ¡tómala Ticketmaster!). Sus fans: fashionistas, así como raperos de corazón, pero también mucho fresa alternativo mevistobonitoparairaunconciertoextraño.
Me intrigaba Kanye. Algo tenía de diferente este guey con respecto a todos los demás malandrines del rap/hip hop gringo. Usher, Ludacris y un laaargo etcétera. Este guey destila estilo. Y desde que sale lo salpica a todos los demás. Su banda es muy buena, y destacan unos tambores tamaño pick up que le ponen el sabor africano al asunto.
Un concierto de Kanye no es un concierto común y corriente. Es como una gran cancionsota de 80 minutos, con pequeños silencios de receso. Habla casi nada con el público. No hay pantallas. No presenta a su banda. Eso sí, mucha pinche luz por todos lados, con una coordinación perfecta.
Mentiría si dijera que me dejó pasmado su espectáculo… o su música, o su presencia, o su banda. Pero Kanye me dejó satisfecho, porque sí canta, condensa y conecta muy cabrón. En resumen, Kanye hace la música que les ponen a los gringos en el spring break. O para definirlo con mayor precisión, Kanye hace la mejor música que les ponen a los gringos en el spring break (Sugerencias para YouTube/Limewire: American Boy, Good Life, Stronger, Champion).
Lo mejor fue que no me quedé con las ganas. Porque lo u.n.i.c.o. que un hombre no puede hacer, es pisar dos veces la misma caca.
¿O no?
Para Marisita.