Wednesday, August 22, 2007

Estoy embarazado

(Sí, ya volví). Cuando los embrollos mentales copulan en la cabeza, sólo pueden salir embrollitos si es varoncito, o pinches pesadillas si es una nena. Y resulta que entre tanto jaloneo de neuronas, el lunes soñé algo espectacularmente irreal e imposible: soñé que estaba embarazado.

Sí sí sí. Así como lo leen. Estaba embarazado. ¿Cómo? No sé. ¿Quién era la afortunada? Menos, no mamen. Y más importante, ¿cómo iba a salir el engendro? Carajo, pues yo creo que por generación espontánea, con magia de (es)Krotani o con la ayuda del Divino, porque por algún bújero del ombligo para abajo está cabrón.

En la escena me percataba de que tenía una barriga esplendorosa y me cubrían una túnica y un sombrero idénticos a los que portaba Homero Simpson en el capítulo en que engorda brutalmente con tal de incapacitarse (me veía divis). Caminaba yo con normalidad, pero en cuanto me acordaba del chamaco, adoptaba esa comodísima postura de mano en la cintura trasera y la panza de frente. Lo grave es que justamente soñé acerca de la situación el día en que daría a luz. Y agárrense.

Ahí me tienen gritando '¡ya viene, ya viene!'. Recuerdo a mi mamá, a mi hermano, por ahí a algunos amigos, pero la neta conversaba con nadie. Lo que más me preocupaba era cómo mocos le haría para expulsar a mi primogénito. En la vida real ya he cargado panzas abominables y no es nada agradable. Y el trajín de mi embarazo fue muy complicado, aunque haya sido sólo en el departamento de Morfeo.

Desperté. Agitado, cómo no. Imagínense ustedes, lectoras de u.n.i.c.o., que de repente sueñen tener ahí abajiux un instrumento para regar las plantitas, o bien, que controlan el mundo (irreal, ¿no?, jajaja). No, ya en serio. Alguna vez por pinche morbo saqué de la biblioteca universitaria La Interpretación de los Sueños de un tal Freud, y me decepcioné durísimo porque yo pensaba encontrar formulitas estilo TV Notas (así como: cebolla.- riqueza, estás embarazado.- ganarás la lotería) y aquel me sale que el inconsciente y el subconsciente y la mamá de las gallinas.

Así que al puro tanteo veo dos posibilidades:

a) Deseo ser mujer. Pue'que... pero no creo. A pesar de que soy un espécimen extrañísimo, tengo la impresión de que soy un hombre sumamente feliz y satisfecho. De vez en cuando me mientan la madre y me la arman de pedo, pero aún así ganan las demostraciones de afecto. No, definitivamente ésa no.

b) Estoy ávido de atención... tal como sucede con una embarazada. Aaaaah caray, ésa puede ser. Una de mis virtudes (creo yo) es que soy un buen escuchador activo (el término listener se entiende mejor), pero no cae mal de vez en cuando sentirse querido. Afortunadamente hoy sé que me quieren, aunque mucha gente se empeñe en negarlo. En tono polopolesco: Sssssí, puede ser, atención, sssí, el sueño concuerda con un déficit de atención recibida, yo creo que sí, definitivamente sí.

A reserva de que algún lector se atreva a dar una interpretación un poco más coherente (por favor, evítense los insultos anónimos, ¿ok?, estamos chupando a gusto), no le veo otra vertiente. Y en caso de ser así, ya estoy en terapia: he regresado a escribir u.n.i.c.o.

Para todas(os) las(os) que han estado mínimamente embarazadas(os). Benditas(os). Yo con unos instantes tuve suficiente.

Tuesday, August 21, 2007

Llover o no llover

Ése fue el dilema: pleno verano, estación en la que llueve a madres, pero a pinches cántaros. Las nubes estaban más cargadas que la espalda del Pípila. El cielo cerrado, negro. El suelo arido (sin acento), abriendo sus boquetes, listo para recibir el chubasco. Cincuenta tenochcas bailan durísimo y le imploran a Tláloc. La milpa hasta se anticipa y le ordena al maiz crecer y pelarse solito para meterse al vasito del esquite. Peor aún, los sedientos miran al cielo y abren la boca.

Y a pesar de todo, no llovió (o no quiso llover).

Que venga el otoño.

Every day do something that scares you. Always understand success and manipulate fear.

Agregado post-post: ¿vieron que hoy llovió llovió?

Friday, August 17, 2007

Lluvia en Coyoacán

La vida moldea a las personas. Las personas moldean a otras personas. Uno sólo aprende por experiencia propia, no por consejos ni observaciones ajenas. El amor es sencillo y, reitero, es una elección.

La lluvia limpia el cielo, y de paso se lleva las dudas que uno carga consigo mismo. Banderazo de salida a la espera: puede que sea corta o larga, pero nunca eterna.

Por la sequía temática, este blog se toma un receso existencial. Puede que vuelva igual, mejor o distinto a cómo fue hasta ahora.

Todo depende de qué tan fuerte vuelva a llover.


Cuchillos en la tierra.

Thursday, August 09, 2007

3 Episodios 3

I
Mi madre tuvo a bien encomendarme a acompañar a mi hermano a comprar sus uniformes escolares. Esto no tendría nada de malo si el gorilón no tuviera 18 años. Yo creo que los u.n.i.c.o.’s uniformes escolares que ha visto mi carnal en los últimos dos años son las faldas de cuadritos de las colegialas que se ha ligado. Pero como la única planeación de vida mejor a la de mi hermano es la de la directiva del Atlante, pues quitatequitatequeaitevoi.
Llegamos y nos recibió una señora con cara de seis tasas de café en Gino’s y nos conminó a decirle rápido lo que queríamos. Básicamente, Rodrigo no sabía a qué chingados iba. Playeras polo ya no había y el sueter le ajustaba como Teveíta o como de Garibaldi (eso dijo él), así que sólo quedaban los pantalones.
Premio al letrero más pendejo del día: “Favor de NO estar abriendo y cerrando las puertas”. Esta joya, cabe destacar, se refería a los vestidores de una tienda uniformes (entonces cómo le hacemos carajo). El muchacho salió, casi revienta sus pantos, pero como no había talla más grande que se los lleva.
Todavía la señora tiene el descaro de decirnos ‘y los sábados abrimos de 11 a 3’. Sí claro, para tomarnos un cafecito.

II
Desde que mi hermano y yo nos cortamos el umbilical, tuvimos que aprender muchas cosas ‘nuevas’. Una de ellas, hacer el súper. Y a nuestro favor, debo decir que hemos mejorado un chingo. La primera vez que fuimos, discutimos media hora (con volado y todo) sobre qué chocolate en polvo nos convenía más comprar, si chocobanana o dippin dots de chocolate blanco (N. de la R.: ganó chocobanana).
Ahora sólo fuimos a comprar fruta y Drano porque se nos atascó el móndrigo fregadero. En tan sencilla tarea nos tardamos casi una hora. Y todo porque a mi hermano le encanta hacerse pendejo y le sale rebien. De paso, chinga a medio mundo (ejemplo: se detuvo en la sección de congelados para debatir con una vendedora los beneficios de los tacos dorados de microondas. Por supuesto, cuando vaciamos el carrito los tacos se quedaron en la caja.
Los papeles son los mismos. Rodrigo trata de convencerme de hacer un gasto inútil y yo me aferro a prevenirlo (a veces cedo, como con el chocobanana). Lo que sí, es que poco a poco gastamos mejor y menos. Requisito obligatorio para ello, no vayan a la Cómer. Mejor hagan el súper.

III
Llegamos a la casa (que técnicamente ya no es nuestra casa, pero es LA casa), y comimos con mis abuelos. Mi jetto, que con 40 kilogramos de peso se mueve sorprendentemente lento, estuvo más lúcido que otro días. Se lo atribuyo a la presencia de un DVD que les llevó una prima: el de su boda.
Es increíble cómo pasa el tiempo. Esta frase le compite al letrero en la tienda de uniformes, ya sé, pero es que es increíble cómo pasa el tiempo. Hace 52 años mi abuelo era una calca de mi hermano (sin la panza chelera) y mi abuela era la misma dulzura pero con mayor vitalidad. No hay sonido ambiente, sino música flamenca de fondo. La mitad de los personajes protagonistas han muerto. Mi abuela se desvivía al decirnos la alineación afuera de la iglesia. “Ésa es Rosita Farro, ¡mira! la Tía Guasila (juro por Dios que así se llamaba), mi tío Jorge, Davicito (sin la ‘d’ intermedia) de paje, y ve nomás el encaje de mi vestido…”. And so on. Y la dulzura andante se derrumbaba cuando veía a sus papás. Se quería comer la tele a besos mientras mi abuelo le gritaba ¡quítate!
La proyección dura 7 minutos, en una edición muy buena. Luego hay fragmentos de su luna de miel en Acapulco, misma que pasaron en el Hotel Majestic. Todavía no había Alebrije… y dudo que hubieran ido.


Para Mara y las agudas observaciones que la hacen la mejor consejera. Thx mom.

Wednesday, August 01, 2007

Información irrelevante

Me metí al elevador del Sport City, y conmigo dos mamás con sus respectivos hijo e hija. La de la niña ingresó primero. El chavito spoteó luego luego a la nena, ambos eran más o menos de la misma edad. La niña no tenía para dónde hacerse ante la presencia del "enemigo", y no tuvo más que recluirse en la esquina del elevador. El niño tenía su guarida favorita: su mamá. Se le replegó, fijó su mirada en el Storm Trooper que cargaba en sus manos y ahí aguantó. La nena estaba un poquito más sueltita, medio se asomaba, pero igual temerosa. Todo esto en 10 segundos de viaje. Yo veía a uno, al otro, a uno, al otro. El niño salió primero con su mamá, no volteó para atrás.
Pensé mil cosas. ¿Es natural la pena, o se las enseñan en la escuela y en la casa? Creo que sí. ¿Sería más fácil su mundo 15 años más tarde si les inculcaran mayor soltura ante el otro género? Yes indeed. ¿No lo sabré con certeza hasta que no tenga hijos? También. ¿Tendré hijos? Sepa.
Mientras, Sochis Laif.

LA FRASE DEL DÍA: En un pancarta en el Pizza Hut Park, en el partido FC Dallas vs. Galaxy. "Welcome to America David, where people like you get paid to do nothing". Buena.

EL DATO DEL DÍA: Faltan 1,645 días para mi cumpleaños 30. Tengo que ir planeando qué hacer para festejarlo.


Para la gente que no teme perder el tiempo con información francamente irrelevante.