Tuesday, December 29, 2009

82 años

Año con año, mi madre y yo buscábamos qué regalarle a mi abuelo. Siempre quisimos encontrarle una boina que le gustara, y que sustituyera la que se compró en Sea World en el mismísimo año del caldo, con Shamoo en la tatema. Jamás lo logramos.

También le buscamos chamarras y suéteres para que dejara ya por la paz el suéter cruzado azulito de Lacoste que se metía solito al clóset mientras mi abuelo se metía a bañar. Nomás no. Corbatas, calcetines, un bastón. Siempre nos agradecía con la sonrisa de oro que ocultaba el diente de plata, y los regalos iban directo al armario. No dudo que Afif haya acuñado el término roperazo.

Nos rendimos después de un tiempo y le empezamos a regalar lo que siempre consumía, invariablemente, sin restricción: un flip de Benson&Hedges y el Bachardau le blanch. El dúo dinámico que terminó por comérselo, pero ya, qué más daba, así quería vivir su ocaso.

Las comidas en casa por el cumpleaños de Afif tenían normalmente una suculenta sobremesa en la que por supuesto, él era el protagonista. Historias de a montón, todas con aderezos distintos, de soltero, de casado, de papá.

Tal vez tiene algo que ver el hecho de que haya sido vecino de cumpleaños de los Santos Inocentes, pues le fascinaba hacer bromas. De mis favoritas, cuando le tapizó de ladrillos a un amigo la entrada de su tienda en el centro, y aquel desquiciado se fue a otras calles dudando que su negocio estuviera ahí.

Hoy mi abuelo cumpliría 82 años. Y si el 2009 tuviera 20 años menos no estaría en la redacción, sino comiendo con él en la mesa de Eugenia. En cambio, me la paso ingeniando nuevas bromas, honrando su memoria con risas y sin lágrimas. La historia de un hombre con muchos defectos, pero con cualidades tan grandes que hacen imposible recordar los primeros.



Con un beso para allá arriba en el cielo.

5 comments:

Anonymous said...

La historia de un hombre con muchos defectos, pero con cualidades tan grandes que hacen imposible recordar los primeros...



Tu post desató una serie de recuerdos...
Gracias por eso Chanfle.


Olivia

In phidelio said...

Tremendo post. De entrañas.

¿Listo para el 2010?

Anonymous said...

emotivo, muy emotivo!

HMI

Miranda Hooker said...

Un abuelo así deja una huella honda en la memoria y en el día con día. Qué fortuna la tuya.

A mi lo que más me gusta es la mutualidad. Que tu presencia lo haya ido marcando con una huella doblemente profunda y amorosa. Esa foto lo dice todo.

Livier said...

A los abuelitos siempre los tendremos en un lugar especial y diferente dentro de nuestros corazones, con errores pequeños, grandes o gigantescos.