Desconozco en qué momento el concepto "intenso" (o "intensa") se convirtió en una palabra de uso común en el florido lenguaje del mexica. Junto con su madre, la palabra "intensidad", "intens@" (acudamos al hermafroditismo de la arroba para no herir sensibilidades), se transformó en un perfecto descriptivo para todos aquellos que llegan a hartar por su fastidiosa insistencia en cierto objetivo.
Dejemos aquí un momento para que cada quien reflexione sobre sus intensidades de los últimos días...
Ok, otro más...
...
... ya.
Todos tenemos nuestro lado intenso. Unos más desarrollado que otros, pero todos en menor o mayor medida hemos caído alguna vez en el estigma del intens@. Y no estoy hablando de esa bonita ascepción de cuando uno le grita a una dama exuberante, babeando hasta las rodillas, inclinando la cabeza, poniendo el ojo lujurioso... intensaaaaaaaaaggggghhhh!!!
No. Estoy hablando de que todos, en cierta ocasionado hemos intenseado. Remitámonos todos a nuestras respectivas niñeces: ¿Ya llegamos a Monte Splash? No. ¿Ya llegamos a Monte Splash? No. ¿Ya llegamos a Monte Splash? NOOOO!!! O la de: Mamá, ¿me compras el Fabuloso Fred? En Navidad hijo. ¿Pero sí me lo vas a comprar? Éste... ya veremos hijo. ¡No mamáaaa! ¿Me lo vas a comprar o no mamáaaa? Depende de cómo te portes (un inefectivísimo método anti-intensidad). Bueno, si me porto bien ¿me lo compras? Sí. ¿Lo prometes? Sí. ¿En serio? Que síiiiiiaaaagghhhh!!!!!
Intens@s S.A. de C.V.
Ahora, traslademos ese cultivo de intensidad a las relaciones interpersonales. ¿A quién le gusta intensear? (Mil voces gritando ¡a míiiii!) Ok, ¿A quién le gusta que le intenseen? (Grillo mayor toma la batuta y comienza el jurrrrrr jurrrrr). ¿Qué pedo con ese fenómeno? ¿Por qué chingaos si ya sabemos lo que es padecer una intensidad, no caemos en la cuenta de que no debemos intensear al prójimo?
El meollo del embrollo está en que el estado de intensidad va acompañado de una inconsciencia muy peligrosa, que provoca que uno crea que cada una de las acciones que se realizan tienen una razón lógica de ser, cuando en verdad no la tienen, o bien, sólo la tienen para el que las ejecuta, quien por cierto, en su estúpida esfera de necedad, considera que está en lo correcto y se extraña de que sus tácticas no den resultado para obtener el banano.
A continuación, algunas situaciones en las que uno intensea...
- Vas a un restaurante y eres el primero en pedir: Yo le pido por favor la pizza italiana, pero... ¿tiene champiñones? Sí señor. Bueno, sin champiñones por favor. Piden todos los demás, y al final, tomas la palabra: Joven, por favor le recuerdo que mi pizza italiana sin champiñones por favor. Sí señor. Pero... es MUY importante, SIN... El mesero ya ni te voltea a ver y probablemente se encabrona tanto que le escupe a tu pizza entre la marinara y el queso. Eso te pasa por intens@. (Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia carnal, fue el ejemplo que se me ocurrió jaja).
- Está por supuesto la intensidad como método (inefectivísimo) de conquista: mails innecesarios con contenido ahuevísimo (Hola! Sólo para desearte que tengas una bonita mañana!!), mensajitos inoportunos (1:27 AM -- ¿Estás pensando en mí?), llamadas impertinentes (¿me mandas un besoooo?), sobreofrecimiento de bondades (¿te cargo tu bolsa?) y tantos otros signos de intensidad. Eres intens@ cuando haces algo que sale sobrando, así de fácil.
- El borracho intenso, mejor conocido como malacopa: No guey, sserio, yo t'invito, hip, yo, mira... (abre la cartera y sólo hay un billete de 20, cinco hormigas, una TDU, un voucher de Spira, y la foto de su perro). Guey, no hay tos, guárdala, yo pago... ¡Noooaaahh! Yo dije que pago, y pago cuando digo que pago, ademásss hip, yo conoshco al dueño de este pinch lugar, y pago, a ver, traigan al gerente, yo te invito Paco, digo, pago (el mesero lo empieza a ignorar) ¡Te estoy diciendo que pagooooooo!
Y así. Consejo para las masas: no intenseen. Sé que a veces es inconsciente, pero traten de evitarlo, neto, no deja nada bueno. Mientras menos inteseen, más conseguirán.
Los expertos lo recomiendan, jaja.
Para quienes han salido del clóset de su intensidad. Eso es orgullo y no mamadas.
Dejemos aquí un momento para que cada quien reflexione sobre sus intensidades de los últimos días...
Ok, otro más...
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... ya.
Todos tenemos nuestro lado intenso. Unos más desarrollado que otros, pero todos en menor o mayor medida hemos caído alguna vez en el estigma del intens@. Y no estoy hablando de esa bonita ascepción de cuando uno le grita a una dama exuberante, babeando hasta las rodillas, inclinando la cabeza, poniendo el ojo lujurioso... intensaaaaaaaaaggggghhhh!!!
No. Estoy hablando de que todos, en cierta ocasionado hemos intenseado. Remitámonos todos a nuestras respectivas niñeces: ¿Ya llegamos a Monte Splash? No. ¿Ya llegamos a Monte Splash? No. ¿Ya llegamos a Monte Splash? NOOOO!!! O la de: Mamá, ¿me compras el Fabuloso Fred? En Navidad hijo. ¿Pero sí me lo vas a comprar? Éste... ya veremos hijo. ¡No mamáaaa! ¿Me lo vas a comprar o no mamáaaa? Depende de cómo te portes (un inefectivísimo método anti-intensidad). Bueno, si me porto bien ¿me lo compras? Sí. ¿Lo prometes? Sí. ¿En serio? Que síiiiiiaaaagghhhh!!!!!
Intens@s S.A. de C.V.
Ahora, traslademos ese cultivo de intensidad a las relaciones interpersonales. ¿A quién le gusta intensear? (Mil voces gritando ¡a míiiii!) Ok, ¿A quién le gusta que le intenseen? (Grillo mayor toma la batuta y comienza el jurrrrrr jurrrrr). ¿Qué pedo con ese fenómeno? ¿Por qué chingaos si ya sabemos lo que es padecer una intensidad, no caemos en la cuenta de que no debemos intensear al prójimo?
El meollo del embrollo está en que el estado de intensidad va acompañado de una inconsciencia muy peligrosa, que provoca que uno crea que cada una de las acciones que se realizan tienen una razón lógica de ser, cuando en verdad no la tienen, o bien, sólo la tienen para el que las ejecuta, quien por cierto, en su estúpida esfera de necedad, considera que está en lo correcto y se extraña de que sus tácticas no den resultado para obtener el banano.
A continuación, algunas situaciones en las que uno intensea...
- Vas a un restaurante y eres el primero en pedir: Yo le pido por favor la pizza italiana, pero... ¿tiene champiñones? Sí señor. Bueno, sin champiñones por favor. Piden todos los demás, y al final, tomas la palabra: Joven, por favor le recuerdo que mi pizza italiana sin champiñones por favor. Sí señor. Pero... es MUY importante, SIN... El mesero ya ni te voltea a ver y probablemente se encabrona tanto que le escupe a tu pizza entre la marinara y el queso. Eso te pasa por intens@. (Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia carnal, fue el ejemplo que se me ocurrió jaja).
- Está por supuesto la intensidad como método (inefectivísimo) de conquista: mails innecesarios con contenido ahuevísimo (Hola! Sólo para desearte que tengas una bonita mañana!!), mensajitos inoportunos (1:27 AM -- ¿Estás pensando en mí?), llamadas impertinentes (¿me mandas un besoooo?), sobreofrecimiento de bondades (¿te cargo tu bolsa?) y tantos otros signos de intensidad. Eres intens@ cuando haces algo que sale sobrando, así de fácil.
- El borracho intenso, mejor conocido como malacopa: No guey, sserio, yo t'invito, hip, yo, mira... (abre la cartera y sólo hay un billete de 20, cinco hormigas, una TDU, un voucher de Spira, y la foto de su perro). Guey, no hay tos, guárdala, yo pago... ¡Noooaaahh! Yo dije que pago, y pago cuando digo que pago, ademásss hip, yo conoshco al dueño de este pinch lugar, y pago, a ver, traigan al gerente, yo te invito Paco, digo, pago (el mesero lo empieza a ignorar) ¡Te estoy diciendo que pagooooooo!
Y así. Consejo para las masas: no intenseen. Sé que a veces es inconsciente, pero traten de evitarlo, neto, no deja nada bueno. Mientras menos inteseen, más conseguirán.
Los expertos lo recomiendan, jaja.
Para quienes han salido del clóset de su intensidad. Eso es orgullo y no mamadas.
10 comments:
la neta soy muy intenso...lo admito!
yo a las chavas guapas les digo Scotiaaaaa....proviene de Biscochoooooooo...jaaaajajajaj
HMI
Monte Splash es Splash Mountain? o ya no recuerdo algo de mi infancia???
Con este post me acordé perfecto de Javier y cómo intesea con el entrenamiento, con que le des lana para sus eventos con todos esos mails hablando de lo que sea con tal de estar ahí... baaasta!
Si a mi me quieren alejar, sólo intenseen y lo lograrán jaja
Yo reconozco ser una intensa (mal plan) en recuperación. De fondo, era un asunto que padecíamos otros Esquemáticos Anónimos y yo: no poder lidiar con que sucediera algo distinto a lo que yo quería o esperara.
Cuando se pierde (neto) a alguien por intensear, uno se da cuenta que la intenseada (que parece exceso de energía) revela una tristísima fragilidad. Y se quitan las ganas de andarse con pendejadas.
Sigo apostándole a la intensidad pero para mi misma, como pasión y voluntad. Para los demás, respeto, tolerancia, apertura. Eso que los Beatles acuñaron mejor que yo: let it be.
Muy útil tu post. Debería repartirse en volantes.
Valio Ma... quien sabe cuanta saliva me eh tragado jajaja
Creo que TODOS en diferentes circunstancias tenemos algo de intens@
Exelente Post!
oups la inconsciencia nos lleva... y por eso nos carga...
Mira, tal vez en algunos casos se necesitan dos intensos para intensear, porque me encantaba cuando me llegaban mensajes madrugadores con un "Te amo" o con alguna estrofa de canción de borracho, y reconozco que tal vez influía que mi sueño es tan pesado que no pasó de despertar, contestar y volver a dormir, pero me encantaba.
Saludos.
Yo he intenseado en todos los ejemplos que escribiste... ¿será acaso que me sabes algo? jajaja
¡ya extrañaba andar por aquí!
Monte Splash es el capítulo cuando Homero se atora en el tobogan, y siento se un poco intenso, pero decían: Nos llevas a Monte Splash (bis,bis,bis)
Me quedé en Intens@s S.A. de C.V. Demasiada intensidad para mi en este post.
(¿Nos llevas a Monte Splash? No. ¿Nos llevas a Monte Splash? No. ¿Nos llevas a Monte Splash? No. ¿Nos llevas a Monte Splash? No. ¿Nos llevas a Monte Splash? No. ¿Nos llevas a Monte Splash? No. ¿Nos llevas a Monte Splash? No. ¿Nos llevas a Monte Splash? No. ¿Nos llevas a Monte Splash? No. ¿Nos llevas a Monte Splash? No. ¿Nos llevas a Monte Splash? No. ¿Nos llevas a Monte Splash? No. ¿Nos llevas a Monte Splash? No. ¿Nos llevas a Monte Splash? No. ¿Nos llevas a Monte Splash? No. ¿Nos llevas a Monte Splash? No.)
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