Todo aquel que tenga un hermano (sanguíneo o no) podrá entender lo que acaba de ver. Entre los hermanos hay una relación de complicidad muy extraña, en la que a veces uno cede y el otro se pasa de tueste, y aunque siempre hay un "guey, te la mamaste", también hay un "ya guey, no es para tanto". Y sus derivados.
En el fondo, la historias de comprensión y perdón entre hermanos son las que deben sobreponerse en la vida, porque los papás se fueron antes, los hijos vienen después y las parejas se van cuando quieren. En el fondo, los hermanos están hechas para estar ahí toda la vida, aunque te muerdan el dedo y se caguen de la risa.
Para el mío.
3 comments:
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Me gusta el acento tipo Hugh Grant de ese niño.
mi hermana me jalaba el pelo
decia que era adoptada
y aun discuto con ella
y seguira siendo mi mejor amigaa
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