Friday, July 10, 2009

Un nuevo prólogo

En una mañosa medición de la semana, en este caso de miércoles a miércoles+jueves, la intensidad se dejó venir con toda la armada. Recuerdo a lo lejos que a principios del 2008 reclamé públicamente por estos lares cibernéticos que los dioses de la emoción me tenían medio olvidado y que me sentía más equis que los Tecos. Bueno, pues en aquella ocasión se desató la furia y como dice Maná: no ha parado de llover.

Pero ps... mejor así. A veces las circunstancias son montoneras, sin embargo, ¿para qué querer una recta planita de concreto hidráulico? Luego uno se queda jetón. Los topes y los vados te mantienen despierto. El chiste es sacar la pericia al volante saber maniobrar a tiempo, no dar volantazos, poner el radio y el aire al mismo tiempo, extender la mano pa'mamonear, y si se puede asomar la mema por el quemacocos (si se tiene), para que le dé a uno el aigre.

Ya no recuerdo si lo puse alguna vez, pero uno de los filósofos que más me latieron en la universidad fue un "tal" Soren Kierkegaard, explicado a detalle por la gran Blanca Ansoleaga. Según exponía el paisano de Laudrup, Schmeichel y Wozniacki, la angustia es el motor del ser humano, el propulsor de la vida misma, y el motivo de todos nuestros actos.

Bueno, pues, con esta sangre que hierve, y con esta jeta que por más que lo intenta no puede ocultar emociones, la angustia es reina y señora de mi sistema nervioso. Va y viene como Juana por su casa. Pásele pues, ande usted. Entonces, lo más conveniente una vez detectado el conflicto, es dejarse llevar por la marea. Para ello, aplica la de muertito.

Tons, que venga el fin de semana, y la boda del primero de mis cuates de generación en casarse. Ya si acabamos, según dice mi compadre, como limón de fonda (exprimido, exprimido), pues habrá tiempo para recuperarse. Y les traeré los pormenores, claro está.

Que quede esto como prólogo...


Para el resto de mi vida.

5 comments:

Miranda Hooker said...

Una buena amiga dice que la angustia viene cuando creemos que no podemos elegir.

Siempre podemos. Hay que dejar un cachito del pizarrón para la esperanza.

Pacasso said...

Naaaah... no menosprecies una vida bucólica, tranquila y apacible... mira a los audaces, por ejemplo al principe George Matchabelli y a los pocos hombres que aún quedan como él, ¿qué ganó?, ¿su nombre en una loción que huele del nabo?
http://www.youtube.com/watch?v=-6GhodMhcik

Anonymous said...

q fueeeeeeeeerteeeee espero q esa boda la primera en mi grupo de amigos sea muy muy lejanaaa aun!!!!

por cierto se dice q despues de esa se vienen todaaaas aguass eh jajaja

j Briseño

Yad said...

En las buenas, en las malas y en todas las que quieras....aquí estoy!
TQ

Anonymous said...

tengo una candidata.