Monday, March 03, 2008

Un año después

Hace un año veía muuuuy romántica la aventura. Romántica, casí heróica. Hoy lo veo como un proceso renormal que, de hecho, debí realizar mucho tiempo antes. Claro, puede que sea el "Síndrome Mario Bros" (una vez que ya pasaste un nivel se te hace bien fácil y le restas mérito a tu logro. Aplica con trabajo, familia, amigos, novias, etc.). Rifado o no, el paquete había que tomarlo sí o sí, y sin temor a equivocarme, debo festejar que hoy el saldo es positivo.

Porque de entrada, mi patrimonio (aaaaagh, qué palabra tan mafufa... pero pues viste ¿no?) ha aumentado considerablemente. El día que decidí salirme de casa de mis abuelos, así, mío mío, era una tele, mi ropa y mi material hemerográfico (que incluye siete cajas de Señores Futboles que siguen en casa de mis abuelos, jaja). Hoy tengo una cama, un bonito comedor color shocolate, un trinche (mi mamá me obligó a comprarlo porque, '¿dónde vas a poner tus trastes hijo?'), un centro tecnológico de alta definición 3 en 1 (oséase una impresora-scanner-copiadora), una sala de plasti-piel retegonita y pegajosa, el refri de Rocky Balboa que donó Bobby Bobby al Purgatorio, harto adorno, mi ropa y mi material hemerográfico.

Ahora, en el rubro 'lo que realmente vale', es decir, lo no-cuantificable, el saldo es aún mejor. La neta es que no hay como sentarme en el sillón Afif Said (nombrado así no en memoria de mi abuelo, sino de mi primo que se llama igual y que se ha quedado a dormir ahí en varias ocasiones) a las 8 am (como ahorita), aplicar la Zucarita y recibir el rayo de sol bajo ese concepto tan gustado por mi abuela denominado resolana. Todo un 'happy moment' (como diría la Lobo, madrileña a la que extrañamos).

Es que es la resolana matutina, tener internet inalámbrico y navegar en bragas, comprar en el súper lo que se te hincha la gana, que se te eche a perder el 76 por ciento de lo que se te hinchó la gana comprar en el súper, decir que en tus siguientes descansos arreglarás tus pendientes y no arreglar ni madres, agarrarte a chingadazos con tu hermano sin el 'ya niñooooos', y muchos otros más que ahorita se me escapan.

Que ha sido cabrón, sin duda. También reconozco que la independencia con el Subcomandante ha sido difícil de manejar, sobre todo porque un departamento vacío a unos metros de tu escuela cuando es una tentación cuando eres un prepo que acumula en su lomo el 43 por ciento de la hueva de todo el universo. Pero vaya, el Sub es un buen hombre aunque no lave los trastes con el cuidado que debería y la escuela le siga costando uno y la mitad del otro.

Un año después la independencia sabe mejor. Sabe como a mandarina y huele a Maestro Limpio del naranja. Quién sabe qué siga. Eso sí, espero no tardarme tanto en vislumbrarlo. Porque si sabe más rico que esto, que me vayan sirviendo tres rebanadas.


Para la Tía Sara, otra dedicatoria un año después. Misma cantidad de amargue, misma renta... gracias a Dios.

6 comments:

Anonymous said...

El primer año fuera de casa debe ser tan fregón como el primer trayecto manejando sin que siquiera toques la banqueta con la llanta. De igual forma debe ser tan placentero como el primer "orgasm" ajeno que te certifique el gemido amielado de una mujer tras el guayabo. También debe ser como tu primera nota firmada y muchas otras primeras cosas que hacen pensar que uno es un fregón (aunque sea unj ratito).

Y ya para acabar, aprende a escribir: "heroico" va sin acento y esa palabra mafufa seguro era "patrimonio", porque mafufo mafufo es decir "patrominio".

Anonymous said...

La independencia es increible y hay que hacerla cuando se tiene la oportunidad y las ganas de empezar algo nuevo, quitarte el chip de problemas, preocupaciones y demas que luego puedes tener en la casa y las cuales no esta a nuestro alcanze resolver, es empezar a ver por ti y empezar a vivir el mundo como es: pagar renta, luz, gas, agua, hacer el super etc tambien en ocasiones el sentirte solo pues llegas a tu casa y resulta que ahora eres tu nada mas en mi caso como yo no vivo con mi hermana pues no hay nadie que me este esperando. Pero en si creo que aprendes muchas cosas y lo mas importante es que lo que haces es porque quieres, a la hr que quieres y porque te dio la gana ya pagaras las consecuencias de las decisiones pero aprenderas pues el ser humano nunca para de aprender.

Me encanto primo te mando un beso!!!
Giovanna

Ricardo Otero said...

Y va a haber fiesta de aniversario?

xosean said...

Tu blog me recordó algo que leí ahce un par de años que decía que en Italia los jóvenes están tendiendo a hacer todo lo contrario a lo que tú hiciste: independizarte. Aplaudo lo tuyo, pero por algo los italianos lo hacen, será por economía, bohonomía o gastronomía, pero les late.

Va lo que leí
"El número de italianos de entre 30 y 34 años que aún permanece en la casa paterna se incrementó del 14 al 27% entre 1990 y 2000, de acuerdo con el Instituto de Estudios Políticos y Sociales Eurispes.

"También la cifra de adultos de entre 20 y 24 años viviendo con los padres creció en un 10% en el año 2000 con respecto a 1990. El 90% de las personas de ese rango de edades se mantiene en el hogar paterno.

"Este fenómeno de apego a la casa de los padres ha dado lugar a un vocablo, "mammoni", para designar a los hombres que "no pueden soportar la idea de estar lejos de mamá.

"Entre las causas que estimulan esta situación, según los especialistas, está la tasa de desempleo que afecta a los jóvenes graduados".

Interesante ¿no?

e. said...

¡Felicidades por el aniversario! ...y muchos planes más...

Besos, e.

Anonymous said...

¿Y la fiesta para cuándo?

Un abrazo

By Carni Boy