El tiempo y las circunstancias me han obligado a transformarme de un buen planeador a un improvisador oportuno. Solía prevenir los eventos importantes con exactitud de relojero, y ahora sólo me queda reaccionar a tiempo, como Luis García en su mejor época del Atlético, con aquella volea y la media vuelta. ¡Pum!
Así, llegó la carrera de 10 kilómetros de MVS. Y aquí tengo que poner la referencia obligada de cuando corrí en el 2006 el 10K de Nike, misma que preparé como si fuera mi boda, con todo y el Miyagi de los Viveros que me asignó régimen alimenticio estricto con un mes de anticipación, sugirió ni una gota de alcohol en mis venas, y me llevó poc poquito con las vueltas en el recinto ecológico.
Pues ahora fue todo lo contrario. Me inscribí en un santiamén (jaja, qué chingona palabra) apenas el lunes previo al domingo y me prometí ponerle el cuidado debido a mi training. Ajáchucho. Desveladas, pedas, comida chatarra y un terrible valemadrismo secuestraron mi voluntad. Así que con el miedo de que me pudiera quedar tumbado a medio recorrido en plena Reforma, acudí a la cita con el suicidio.
Esta vez estuve acompañado de Rodriga Rododendra, en su caracterización de Paul McCartney joven curando la cruda en el Borrego Viudo, y de Joaozinho ‘ráfaga’ Meléndez, en su look de señora que va a correr un 10K en Reforma (es guasa, jaja, no te me sientas).
Al llegar al punto de salida, me sentía sospechosamente bien. Como cuando entras a un examen y sabes que no estudiaste nada, pero piensas que el Cielo te va a iluminar y mágicamente sacarás el 9 que te mereces. Estiré la garrocha cuan larga es, tiré las bromas pertinentes para que no me sofocaran en pleno trayecto, y comencé a correr.
La vez pasada tenía mi iPod en un clip monísimo, con sus audífonos adecuados y hasta playlist con curvas emocionales le programé. Carajo, ahora tuve que improvisar unos headphones de frijolito que me megacagan y con el iPod en el bolsillo, incomodísimo porque no llegaba el cable. El playlist lo hice on-the-go en el metro, de camino al Auditorio.
Pues empecé a jalar. Del Auditorio p’abajo, hacia el Ángel y hasta la Diana. Ahí, justo ahí me di cuenta que mi oreja izquierda es defectuosa. ¿Por qué coños el frijolito derecho nunca se caía el izquierdo nomás revoloteaba rumbo a mi cachete. Y como en el sonido ambiente estaba Civil War de Guns&Roses, pus me los quité. Nota mental: las notas mentales apestan y uno nunca les hace caso.
De retache y rumbo a Mariano Escobedo. En la primera estación de refresco, arrollé a una pinche señora impertinente que se paró en seco. El Gatorade salió volando. Me cortó el ritmo gacho y empecé a flaquear. Y el pesimista que vive en todos y cada uno de nosotros tomó el escenario en mi mente. Nooooo, ya valió maaaaaadres, pinche borraaaaacho, paquelehacesalcueeeeeeeento…
Decidí que ni madres, no podía quebrarme. Entrando a Homero intenté colocar bien el frijolito izquierdo para ayudar con la motivación musical, y medio funcionó. Es natural, casi lógico, que haya quien te rebase y a quien rebases, pero hay formas. Y a mi lado pasó un mamador que se parecía al gordito de los Hobbits, acá, corriendo como si sus pedos no olieran, muy nalga, a toda velocidad, y me dejó atrás, muy atrás. Me picó el orgullo, pero no pude apretar tanto, aunque sí mejoré el ritmo.
Llegó Galileo y vi de cerca la patrulla de Melo. Por alguna razón me deprimí 10 segundos. Vino la vuelta en uvas (sin semilla) para irte de retache por Homero. Ví a un guey uniformado con el de los Tigres. No con la playera de los Tigres, sino uniformado como puto Tigre. ¡¿Quién hace eso?! Corrijo, ¡¿quién hace eso en México?! Chingao, me encabroné. Apreté el paso. Pasé por el Villa María y unos encargados de limpia, se aventaron el ‘otra cubitaaaa’… hijosdeputa (muy cagados, jaja).
Vuelta en alguna calle rumbo a Ruben Darío. Me invadió el motivador que hiberna en mí y que de vez en cuando sale a hacer el ridículo. ¡Ya nadie grita huevoneeees! Y en vez del duuuuuuh que esperaba, vinieron gritos. Ámonooooos . Sprint machín, y de repente quién creen. El Hobbit mamador, ahogado en su panza, con un ritmo 450% menor al que tenía cuando me rebasó. Y nomás por chingar y para que se ardiera, me le acerqué para echarle el ‘venga venga venga’ de cerquititas (y ainosvemos).
Mi personal best (and only) en un 10K era 58:50. Lo mínimo era matarla. Kilómetro 8 y todo pintaba para bajar al menos 2 minutos. Pero chingá, vuelta en Rubén Darío y, ¿por qué no?, en el recorrido se les ocurrió poner la traicionerísima bajada y subida de Parque Lira. No mamen, eso se hace en el 6, en el 7, ¡pero no en el 9!
Pensé, bueno, en la de Nike pusieron música motivadora. Quité el frijol que traía de racha a Pink, Killers, Muse, y en el sonido ambiente… pinche Rihanna. Pffff. Cero punch. Eso fue el tramo de Exa. Y en el de La Mejor… De Rodillas te pido. Deprimente. Y con el dolor de caballo en su esplendor, la única esperanza era mi iPod.
Doy el next, y un bálsamo: Someday de los Strokes, esos que hicieron de una tarde cualquier de septiembre uno de los mejores conciertos de mi vida. Con todo y mi pinta de caballo lesionado, salí de la pendiente. Dos vueltas en uvas (éstas con semilla) rumbo a Reforma. Veo el reloj y 57:papas. Bueno, ya no fueron dos minutos, pero mínimo sí bajarle. Crucé la meta dando el to’o por el to’o, y como prometí, apliqué la del festejo del “Fantasma” Figueroa. Hubo 3 desmayos en la zona, no lo comprendo. Tiempo final 58:18. Bueee…
No sabía si estar satisfecho o no, pero luego de reanalizar el contexto, creo que fue un tiempazo. La nalga derecha, y la pantorrilla y pie izquierdos registraron los estragos de la odisea. Mis dos colegas, con desempeños contrastantes. Joaozinho voló, y Rododendra se “falseó” con una “coladera” y “tuvo” que volver a “calentar”. Ajam, que le crea Chava Reyes.
Mi moraleja: a l’otra no le hagas a la mamada y prepárate bien, por más que el feeling y la música siempre te saquen adelante. Pero si por alguna razón no te puedes preparar… el feeling y la música te sacarán adelante. Improvisar no es malo. Es lo mejor del mundo.
Para mi abuelo, maestro en el arte de improvisar.
11 comments:
FelicidAAAdes FelicidAAAAdes ,,,Bravo Bravo,,,que tiempAAAAso ..........eeeeeeh,,,,,,sigue así....y la para la próxima carrera ya na´mas te desvías a la peda....y por cierto me debes 3 cubitas del sabado,,,,,,,ehhhh
saludos...
nabi
la siguiente carrera es la de imagen... en abril...
tienes tiempo!!!
Hno. cuando tu ibas saliendo a correr yo estaba llegando con un pedo hermoso que me fui a poner...se te extraño, por otro lado, Mamador, Mamador y otra vez Mamador, estoy tronado (SMS a RSA), mis huevos estabas esperando con putas ansias la carrerita pinche Gump !! jajaj...
HMI
ES UNA PÈNA QUE UN ÑOR COMO EL "774" QUE APARECE EN LA FOTO TE HAYA DERROTADO. EL GUEY NO PUEDE NI CON SUS RODILLAS.
Oye Fantasma, es mi imaginación o la foto te delató? Acabaste la carrera en 1:02:40!!!
Corriste... pero peligro. Pero al menos tú pudiste, yo no corro ni al baño.
Eso es todo corazón!
Perdón Ariadne, pero eso es todo un mamador !!!
jajajajajajajaj...
HMI
Ariadne corazón????
O sea como Ariadne???
Hubiera hecho un chiste de Madrazo pero ya pasó de moda, jojo.
No manches, cuando fue la primera Nike 10K yo era chairíiiiiiiisima, y trabajaba en la revista dF y entonces hice una nota así criticándolos bien culeramente. Ahora en cambio hasta correría en su esa carrera (pero con tenis de otra marca).
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