Arrrrrrancamos

Esto de descansar jueves y viernes creo que puede ser contraproducente. Oséase, me puede salir más caro el caldo que las albóndigas. En el estreno de esa dupla de días como mi nuevo fin de semana, puedo decir que descansé, sí, pero luego me fui al otro extremo y acudí al lugar de las grandes ocasiones para ingerir extensas cantidades de la otra dupla mortal, Razz-Sprite (¿qué estoy haciendo?).

Escribo estas líneas en sábado a mediodía (mi nuevo lunes), con el Cruz Azul-Atlante por delante (invertí el orden para que se deleitaran con una rima, ájale), y estoy parcialmente destruido. Sin embargo, quiero anunciar por este su blog consentido, que ayer en el amarillow, quedó inaugurado oficialmente el evento más esperado de este comienzo de año.

Explico. Durante toda mi vida, he disfrutado mucho, pero mucho, todos mis cumpleaños. Y conforme pasaron los años, me dí cuenta que la vida me autorizaba extender un poquito ese periodo de dicha y debraye para poder compaginar todos mis compromisos voluntaria y gustosamente adquiridos. Así pues, en las ediciones 23 y 24 de mi aniversario, innové con la "semana de festejos" y los resultados fueron en verdad positivos.

Pues mis 24 se fueron como agua entre los dedos y se viene el Cuarto de Siglo. Y como no es cualquier cosa, determiné que en este 2007 no será semana, sino "mes de festejos". Aprovechando la tiranía que ejerzo en mí mismo, y sellado con un brindis con el carnaliux HMI, repito, quedó inaugurado oficialmente lo que titulo: "25 días para festejar mis 25 inviernos".

En este periodo, pretendo arrejuntarme con todos aquellos familiares, amigos y querendos que estén dispuestos a festejar conjuntamente esta alegría. Sí, terminaré como cerdo después de todo el alcohol que pienso ingerir, pero no, no me importa. No siempre se cumplen 25 años. De hecho, nunca más.

Para Emilio Fernando Alonso.