La vida es un rompecabezas de pequeños ciclos. Esos ciclos muchas veces tienen comienzo y fin difusos. Así sucede con la historia. Amo escuchar a los catedráticos cuando decretan el fin de cierta era, o de tal o cual hegemonía. Me fascina cuando alguien detecta esos simbolismos, como el del inicio del siglo XX con el asesinato de Franz Ferdinand (no el de 'well do ya, do you do you wanna', sino el original), y el del fin del mismo con la caída del muro. Cuántos profesores en la Ibero se sentían recontra interesantes cuando proclamaban el banderazo de salida del siglo XXI con el derrumbe de las Torres Gemelas. Tenían razón. El mundo, desde entonces, no es igual.
De la misma forma, la vida de una persona queda delineada poco a poco por diversos eventos. Podría decir, por ejemplo, que mi niñez comenzó con mi fiesta de 3 años (creo que el video de esa fiesta es el más visto por un niño protagonista de la misma fiesta en la historia de los videos de fiestas. Aquello se proyectaba en una Betamax dorada). Acabó el día que salí de primaria. Mi adolescencia arrancó el día que le puse un beso a "La Niña del Pretexto" a los 13 (su mote viene a raíz de que le llegué el viernes antes de salir de vacaciones y me pasé las dos semanas de Semana Santa consensuando con mis primos un pretexto para cortarla, jaja), y finalizó el día en que me rompieron la madre a los 17. Es, by the way, la única vez que me la han partido (también la única vez que me he peleado. Es decir, mi récord está 0-1-0).
Mi juventud empezó el día que entré a la Ibero. Y ésa la podríamos dividir en varias sub-etapas que me da hueva (y pena) desglosar. Esa ya finalizó. La muerte de mi abuelo me convirtió en adulto contemporáneo (Feben dixit).
El 2008 ha sido un torbellino. Propiamente, el 2008 comenzó el 28 de enero (noten numerología), con el último día que pasé con mi abuelo de principio a fin... sin cruzar una sola palabra. Desde entonces ha pasado de todo. Después de aguantar el vendaval, el 2008 ha llegado a su fin. ¿Cuándo? El 15 de septiembre. ¿Por qué? Nos reservamos el derecho de ventilar secretos.
Señores y señoras, lectores y lectoras de cepa, chavitos, mamadores, advenedizos, extraños y demás fauna bloggera: ¡Feliz Año Nuevo! En el calendario de U.N.I.C.O. ya se tachó el último día, y se viene calma tras la tempestad. O no. Lo que sí, es que podemos confirmar el fin de una era. Una era atiborrada de acontecimientos, que se seguirán presentando... pero con un ritmo más cadencioso. I can feel it. Y cuando pase algo relevante, aquí estaremos para anunciarlo.
Hasta pronto.
Para todos los que han coestelarizado episodios de mi vida.
De la misma forma, la vida de una persona queda delineada poco a poco por diversos eventos. Podría decir, por ejemplo, que mi niñez comenzó con mi fiesta de 3 años (creo que el video de esa fiesta es el más visto por un niño protagonista de la misma fiesta en la historia de los videos de fiestas. Aquello se proyectaba en una Betamax dorada). Acabó el día que salí de primaria. Mi adolescencia arrancó el día que le puse un beso a "La Niña del Pretexto" a los 13 (su mote viene a raíz de que le llegué el viernes antes de salir de vacaciones y me pasé las dos semanas de Semana Santa consensuando con mis primos un pretexto para cortarla, jaja), y finalizó el día en que me rompieron la madre a los 17. Es, by the way, la única vez que me la han partido (también la única vez que me he peleado. Es decir, mi récord está 0-1-0).
Mi juventud empezó el día que entré a la Ibero. Y ésa la podríamos dividir en varias sub-etapas que me da hueva (y pena) desglosar. Esa ya finalizó. La muerte de mi abuelo me convirtió en adulto contemporáneo (Feben dixit).
El 2008 ha sido un torbellino. Propiamente, el 2008 comenzó el 28 de enero (noten numerología), con el último día que pasé con mi abuelo de principio a fin... sin cruzar una sola palabra. Desde entonces ha pasado de todo. Después de aguantar el vendaval, el 2008 ha llegado a su fin. ¿Cuándo? El 15 de septiembre. ¿Por qué? Nos reservamos el derecho de ventilar secretos.
Señores y señoras, lectores y lectoras de cepa, chavitos, mamadores, advenedizos, extraños y demás fauna bloggera: ¡Feliz Año Nuevo! En el calendario de U.N.I.C.O. ya se tachó el último día, y se viene calma tras la tempestad. O no. Lo que sí, es que podemos confirmar el fin de una era. Una era atiborrada de acontecimientos, que se seguirán presentando... pero con un ritmo más cadencioso. I can feel it. Y cuando pase algo relevante, aquí estaremos para anunciarlo.
Hasta pronto.
Para todos los que han coestelarizado episodios de mi vida.