Tuesday, February 03, 2009

Acapulco como tradición

Listo, ya vine.

Por segundo año consecutivo me fui para los Acapulcos a festejar mis cumpleaños, y que se me hace que ya lo instituiré como tradición. Algo tiene ese lugar. Es el destino para el chilango, creado por el chilango. O sea, es como una sucursal de la Ciudá, pero con playa. Igual es caro, igual es chido, igual te tienes que cuidar para que no te transen, igual es sucio, y básicamente ves a la gente que acostumbras ver en el DF, pero con menos ropa.

Esta vez fue una invitación a cargo de mis primos Farid y David, la versión moderna, fresa y peluda de Los Dinamita. Unos amores de muchachos. Son tan lindos, que se preocuparon de prepararme un pastel para el día de mi cumpleaños. Qué repostería de mi tía ni que ocho cuartos. El pastel "Dolores" de mis primos es lo de hoy.

(Noten el detalle de la velita "Flama", que en su nueva modalidad duran 10 segundos, ¡2 segundos más de diversión y para que cantes Las Mañanitas a gusto..! Aunque tampoco tan lento porque el cerillo se apaga).

Acapulco es lo mismo de siempre, pero también evoluciona. En esta ocasión descubrimos que este asunto de "Vivir Mejor" ya se extendió incluso a los lugares donde la gente crudea de lo lindo. Sí, sí, ahora en Revolcadero ya no sólo te manejan elparachutelabananalamotoacuática, sino que de repente escuchas la promoción: "¡Presión arteriaaaal, se mide la presión arteriaaaal!"...

Ah chingá. 

Una señora con filipina (qué término, Dios mío) se va paseando de carpa en carpa para ver a quién le remuerde la consciencia y decide poner fin a sus días de briago para darle paso a una vida saludable. Carlitos lo intentó:

Diálogo antes de esta foto:

Carlitos: Señora, ¿me mide la presión arterial?
Señora con filipina: Sí hijo, a ver, deja tu cigarro.
C: No.
SCF: ¿No?
C: Bueno, a ver... deténganmelo.

Y así, está bien cotorro. Pero nada tan cotorro como lo que pude ver cuando entré a un Oxxo a comprar el Coppertone. Miren nada más la devoción de un pueblo para con su hijo pródigo, que curiosamente, festejó su aniversario un día antes que yo. Esta es la sección de espectáculos del Sol de Acapulco:

Roberto Palazuelos, Acapulco se rinde a tus pies.


Pus cómo no, ese muchacho es una estrella. Él invierte en Tulum, muy lejos de Acapulco. Mientras, acá lo adoran (Cualquier parecido entre mi color de los próximos días, y el del "Diamante Negro", es pura coincidencia).

En fin. Otra vez me la pasé poca madre en mi cumpleaños. Hoy faltan 364 días para el que sigue. Ya me quiero ir.


Para todas las personas que me felicitaron en persona, vía telefónica, mensajito de texto, mensaje de voz, comentario en u.n.i.c.o. y comentario en Facebook. Gracias, hartas gracias. Y en especial a Ximena por la invitación al tiatro.

6 comments:

Sascha! said...

Feliz cumpleaños atrasado!

Tus primos se verían como que mejor sin esa cosa enmedio de sus ojos, jijiji

In phidelio said...

Muchas felicidades, de nuevo.

Anonymous said...

con J

HMI

Ricardo Otero said...

Me caga mandar mensajitos por cualquier vía para felicitar a alguien con quien tengo contacto personal frecuente (lease trabajo, familia y amigos muy cercanos). Por eso no te voy a felicitar hasta que te vea.

Y tu nueva tradición está chingona, aunque para mi no aplicaría, Acapulco me trae malos recuerdos, al grado que ya son más de tres años que fui la última vez.

xosean said...

Están muy cagados tus primos, al principio pensé que era la foto de uno frente a un espejo. Otra vez japiberdei.

Gabriela Carajo said...

Japiberdeituyúuuuuuuuuuuuu!!!!! Síiiiiiii, ya sé que es muuuuy tarde, pero es con cariño.
Un abrazo!