Monday, October 23, 2006

Un mundo idiota

El honorabilísimo primer lugar del TopTen Chilangos, Germán Dehesa, le dio en el justo clavo. Los mexicanos, y más los chilangos, somos especialistas en ese género literario que nosotros mismos hemos inventado, llamado discusión idiota. Qué digo especialistas, doctores. Y como bien apunta el Ángel, somos capaces de perder amigos, amantes y familiares con tal de ganarlas, aunque éstas no arrojen absolutamente ningún beneficio.

En la H. Redacción del periódico en el que laboro, las bienllamaron discusiones bizantinas, por aquello de cuando se discutía si los ángeles tenían o no ombligo. Y es que piénsenlo, la trascendencia de cualquier discusión idiota que hayamos sostenido tiene exactamente las mismas repercusiones que saber si los ángeles tienen o no ombligo.

Yo me declaro experto con maestría, doctorado, Honoris Causa, non plus ultra y chiquitibum en el género de la discusión idiota. Generalmente, después de una discusión idiota termino apostando, lo cual deriva en un sub-género idiota llamado, la apuesta idiota. Ahora, si en la discusión idiota soy expertus, en la apuesta idiota soy la deidad máxima.

He llegado a tal nivel en la apuesta idiota, que he apostado, por ejemplo, unos cacahuates japoneses con un reportero de la fuente de Pumas por saber si el gato saldría con línea de cinco o de cuatro defensores (who cares???). Con mi hermano Rodrigo (rankeado 3 en el TopTen Chilangos), he llegado a apostar un "colocado" en el hombro por saber si un actor sale o no en tal película, o bien, por saber quién recordaba mejor el cuarto de hospital en el que él nació (si yo soy idiota, él es todavía más idiota, ¿cómo chingados se iba a acordar?).

Obviamente hay apuestas idiotas-convenientes, como el viejo truco del win-win. Alguna vez llegó a la mesa mi prima Julié a decir orgullosa "ay qué padre, 'x' me apostó una cena a que el América ganaba". Sabio, su padre le contesta. "Si serás pendeja hija, si pierdes tú, él gana una cena. Si pierde él, gana una cena contigo". Nota de la redacción: la apuesta idiota no es necesariamente ejercida por un idiota.

Cabe destacar que se necesita talento para pactar una apuesta idiota. Tiene que ser estratégicamente estúpida para que permanezca en la memoria popular de las amistades. Alguna vez, cuando mis sábados eran de ocio, aposté con Hadi Muy Intensito (HMI) cuál era el primer nombre que dirían en un Tigres-Atlas desde el momento en que prendiéramos la tele. La revancha fue saber cuántas moneditas de 10 centavos había un misil de Cacardí. ¿No les digo? Soy experto.

Y así como hay discusión idiota y apuesta idiota, también hay posts idiotas. Y sí, éste es uno de ellos. FYI, se escriben cuando uno no tiene algo importante qué decir. Salvo puras idioteces.

Para todo aquel que haya perdido una apuesta idiota. Bien por tí.

3 comments:

azm said...

me hiciste reir carnal.... que idiota (el mejor fue la apuesta del cuarto donde nació tu carnal... sublime)

Xun said...

no se si sean idiotas pero los clásicos son los clásicos!
sobre todo el Anaid vs. María el clásico chicas... jajaja

W.J. Porter said...

Apuestas pendejas... como las dos que hice hoy en las que perdí mi disco de Orgy, mi disco de Muse y tengo que (sientese y ría) comprarle al ganador el nuevo disco de Belinda. Me cago en un gorila...