Trilogía de Trilogías

Antes que nada, disculpen la emocionada.

Es que desde que la que me tomó mi jefa con Shoaaackeaaar, descubrí que las fotos de mi celular no son nada más decorativas de pantallita, sino que realmente vale la pena tomarlas.

Así que me he encontrado disparando a diestra y siniestra, como bien habrán visto en posts anteriores. Pero como no hay que chotear, prometo que ésta es la última entrega consecutiva de la categoría “foto curiosa”. Pero pues, para acabar la trilogía, otra trilogía.

1. Me cagan los políticos. Todos, sin excepción. No sé de uno que digas, este guey es intachable, como sí he encontrado doctores, abogados, periodistas, etc. Me parece una profesión viciada. Y por más que digan que los jóoooovenes y que la nueva generacióooon y que la manga del muerto, todos son idénticos. Para muestra, un botón… o un cartel.

De entrada, no soporto su pinche jeta. Todo un mamador. ¿De qué te ríes cabrón? A ver, punto por punto. Oscar Estrada. Noten la O en forma como molecular. Seguramente un genio de sus estratégicos dijo ‘claaaro, ponle el dibujo, y como que proyectes energía’. Pinches burros. ¡Gracias a ti! Gracias a mí ¿qué? No mames, ni siquiera es época de elecciones mamador. No voté por ti ni por nadie, ni te di mi apoyo de ningún tipo. ¿Juntos lo hicimos? Na mams, juntos no hacemos ni la pinche tarea. Entonces, en resumen. Ni energía, ni gracias, ni juntos, ni tu chingada madre (Veco dixit). Pinches políticos son la desgracia de este país.

2. En cambio, los mercados en México son una bendición. Es el folclor mismo de la gente. Las manifestaciones más puras de las costumbres nacionales, sobre todo en comida. Pero caray, qué me dicen de esta joya “medicinal”:

Me encanta que los productores de Sexopronto se tomaran la molestia de traducirlo al inglés (por si un gringo lo prefería sobre el Viagra o esas mamadas, claro). Pero aplausos, aplausísimos a la última leyenda, que por cierto no está español. FOR MENS AND WOMENS. Jajajaa. O-mai-god.

3. Ésta nada más es por puro gusto. Cuando fui al concierto de Franz Ferdinand hice particular énfasis en el numerito que armaron los escoceses en su última rola, This Fire. Sacaron a cuatro, no sé, ¿teotihuacanos? a darle al tambor junto a ellos, con todo y penacho integrado. Estuvo de pocasuma'. Y los fulanos aquellos eran algo así:

Gracias muchachos por posar para la lente de u.n.i.c.o. Su nueva fama se los compensará.

Para Ericsson, por integrarse a Sony y darnos estos maravillosos celulares.