Wednesday, June 17, 2009

Mi abuelo y las vacas en Oaxaca

Mi abuelo tenía frases súper hechas para toda ocasión:

"Mucho cuidado" (Cuando te despedías de él)

"¿Llevas tus llaves?" (Cuando te despedías de él, y se quedaba en la casa)

"¡Ta' cargada la nube mano!" (Cuando te veía contando dinero)

"¿Cómo va aquello del spopórnico?" (Cuando te preguntando por un tema "espinoso")

"¡Está nuevecito!" (Cuando todos a gritos le pedíamos la renovación de algún mueble o prenda porque se caía de viejo)

"N'ombre, estás loco!" (Casi en cualquier circunstancia)

"¡Ya, jara!" (En cualquier circunstancia. Jara significa "caca" en árabe, pero se utiliza de manera coloquial como lamento o exclamación. O bien, sustituyendo a una persona cagante o que está siendo cagante en el momento. Ej: Ahí viene este jara otra vez...)

Y así como tenía frases, trucos y chistes súper hechos (y que siempre tenían un gran, GRAN éxito), también había discusiones súper hechas.

Hace poco, no sé por qué, me acordé de una en particular. Cada vez que a alguien se le ocurría poner un queso Oaxaca en la mesa de la comida para deshebrarlo, mi abuelo siempre salía con lo mismo. Y yo, ya ven que no soy necio, también. La discusión transcurría así...

AFIF: Ja... queso Oaxaca. Los pendengues le dicen así y no saben que en Oaxaca ni vacas hay.
ChII: Ay abuelo, no inventes, ¿cómo no va a haber vacas en Oaxaca?
A: No, no hay, ¿cómo va a haber?
ChII: Abuelo, ¿cómo no va a haber?, por supuesto que sí hay, sería ilógico que no hubiera y todavía más que el queso se llamara así...
A: Pues no, no hay, si apenas tienen para comer hombre...
ChII: Abuelo, tú ni has ido a Oaxaca, ¿o sí?
A: Mch, cómo no jara...
ChII: Abuelo, el día que vaya a Oaxaca y le tome fotos a las vacas ¿me das la razón?
A: Sí hombre, ándale jara...

Pasó entonces, cuando tenía 20 añitos y acababa de entrar a la venerable institución donde trabajo, que yo quería manifestar mi independencia total de la familia, al irme con mi novia de viaje.

¿A dónde? A Oaxaca.

¿Por qué? Pues... ¿por qué no?

Claro está, mi mamá me dejó de hablar un mes. Porque carajo, cómo yo la insultaba con mi actitud desafiante, cómo a ella, mi madre, que tanto me había dado y... (un largo etcétera de quejas y sollozos que se le olvidaron un mes después porque se llevó de perlas con ella).

El viaje estuvo muy chingón. Fuimos a Monte Albán, vimos el árbol del Tule, nos metimos a Santo Domingo, pagamos un temazcal, tragamos tlayudas, y ¡ah, claro! un chingo de queso Oaxaca. A donde quiera que fuéramos. Y después de dos días, yo no había visto una puta vaca en todo Oaxaca.

Chingada madre. ¿Será que mi abuelo es tan sabio y cabrón que me va a chingar? ¡Ni madres!

Entonces, el último día nos dimos a la tarea de salir un poco a la perifería, ya saben, onda más carretera, más rural el pedo. Y nada. Puras putas ovejas (claro, pinche Benito Juárez por eso era pastor a huevo, debido a la sobrepoblación de ovejas en el estado). Pero de repente...

Vacas, varias vacas. No así que digas un chiiiingo de vacas, pero sí, algunas. Tómala abuelo.

¡Sí hay vacas en Oaxaca!

A ver, tú maneja, pásame la cámara... Y la puta cámara, sin pila. Chingo a mi madre. La vieja técnica de voltear las pilas y tuc, foto de vacas en Oaxaca.

De regreso en México, como puse arriba, mi mamá no me hablaba, pero mi abuelo no tenía ni un pedo. Entonces, le puse la computadora enfrente, y le dije...

ChII: Aistá abuelo, vacas en-Oa-xa-ca papá, quiobo...
A: Ah mira...

Puedo decir mil cosas sobre su expresión de ese momento, su sonrisa cautivadora, sus manos que me dieron un jalón de pelos como siempre. Pero la verdad, la mera verdad: le valió madres que hubiera vacas en Oaxaca.

Hay cosas que son porque así deben ser. Mitos, chistes, frases y trucos construidos desde la mente de una persona, y no tienen por qué desmenuzarse. Aún después de esa foto, si mi abuelo viviera hoy, y se sentara a la mesa con nosotros a comer queso Oaxaca, seguramente al tercer bocado me voltearía a ver sonriendo y me diría:

"Cómo ves... queso Oaxaca. Los pendengues le dicen así y... "

Ay abuelo, cómo te extraño.


Para quienes lamentan que una vez que se haya ido una persona, se olvide todo lo malo y la imagen que permanezca sea la de un santo. Por algo será, por algo. 

6 comments:

Olis said...

ayyy las enseñanzas de los abuelos son magníficas...sus ideas y manías que en un ppio te parecen aberrantes, después de un momento recapacitas y las aprecias de corazón...

Anonymous said...

Tuve la suerte de conocer a Don Afif...y hasta el ultimo momento fue un DON...y creo que tienes la razon cuando alguien se adelanta al final del dia siempre pero siempre recordamos lo bueno de las personas...la verdad en mi fam acabamos de perder a un ser querido...si bien tenia cosas malas tambien muchisisimas muy buenas...y son esas las que quiero y pretendo recordar.

+OIF

HMI

EL ARQUI said...

O QUE JARA, EN OAXACA NO HAY VACAS...
EL ARQUI

Miranda Hooker said...

A mi eso me pasa con mi papá. Es tan predecible en sus comentarios que nuestras conversaciones parecen rutina de comediantes.

Y cada vez que lo hace, en el mismo tono, con la misma intención, como mantra, siento una seguridad infinita en la vida, lo atesoro, y pienso cuanto, tantísimo lo extrañaré el día que se vaya.

Snif.

Gabs said...

Jajajajaja no manches Chanfle me morí de la risa está buenisimo y me puedo imaginar perfecto la situación con tu abuelo y la letania de tu mama por salirte con la tuya jajajaja... ah! y tu de necio... cuando?... te quiero...

Xun said...

Por algo será... :)