Monday, January 21, 2008

19

Mi familia, al igual que todas (supongo), tiene historias fascinantes, que con el paso del tiempo y de la mano de la oralidad, se han transformado en mitos fantásticos y cuentos que no creerían ni los participantes del primer Big Brother.

Uno de ellos, reza que siendo yo un imberbe de 6 años, era tan insoportable que, con todo y papás divorciados, mi familia (o como quieran llamarle a lo que nunca llegaron a constituir mis jefes) decidió que "por mi bien" iban a "darme un hermanito" para que yo "me distrajera".

Considerando que mis papás jamás estuvieron de acuerdo ni para comprar pan Bimbo, estoy que seguro de que el anterior argumento es una monumental patraña. Yo digo que un día de su divorcio se traían ganas, se echaron un quienvive, sin querer se les chispotió y voilá (Por cierto, se casaron otra vez quesque "por mi bien' -otra vez-, y el saldo fue aún peor con el segundo divorcio).

Como ya habían maquilado el cuento de que era "por mi bien", pues yo tenía que poner el nombre. Los candidatos eran Víctor (como mi mejor amigo del kinder), Bernardo (como un guey al que le tenía terror en el club) y Rodrigo (quién sabe porqué chingados).

Y al final, se quedó Rodrigo. Según esto, como aderezo del cuento principal, el Padre Rubén Marmolejo (cuepedé), hippie de profesión y amigo de toda la vida de la familia, sugirió Rodrigo porque el infante tendría la sagacidad del Cid Campeador (yo jamás he leído esa madre ni lo haré, así que por su bien, le creo).

Tal vez el Padre era vidente, porque hoy que cumple 19 años, Rodrigo es un malandrín capaz de conseguir membresías gratis de por vida en cualquier antro de la ciudá. Se ha convertido en el mismísimo Pepe Córdoba Montoya del Purgatorio, y problemas y mujeres no le faltan.

Como el buen 'Coqui' no pasará por este blog ni de broma, sólo quería dejar testimonio escrito de que no me trago ni tantito el mito del nacimiento de mi hermano. Y de paso, le mando un virtual abrazo y tres chingadazos en el brazo derecho.


Para el Padre Rubén y el espiritu sanborjiano que intentamos conservar en el Purgas.

5 comments:

In phidelio said...

Rodrigo es, ante todo, nombre de "guapito". El nombre lo relaciono con un ente antrero, sociable con la especie femenina, odiado/envidiado por varios masculinos, viboreado por los gays y rápido con el léxico que se requiere para chacalear a una fémina. Miguel Angel, en tanto, es nombre de tipo noble, buena gente, metido en las buenas costumbres y difícilmente chacal.

Anonymous said...

Lo único que te puedo decir, es que me enorgullece haber sido el maestro de Rodrigo cuando no alcanzaba el pedal del bombo,era un pequeño infante que los chinos no le dejaban ver las baquetas ,,,en fin

Pero hoy, es todo un ejemplo de su hermano aunque me duele decir que ya te parten tu mandarina,,y digo, como es de costumbre para no variar,,,te voy a matar,,

xosean said...

Un abrazo al Rockdrigo. Creo que no he tenido el gusto de haber hablado con él, pero que lo he visto fugazmente un par de veces. Y otra cosa Rock, agradece que tu hermano no andaba de chistoso cuando le pidieron que te pusiera nombre.

Ricardo Otero said...

Pregunta: ¿alguien le delegaría la responsabilidad de ponerle nombre a su hijo, a un niño de 6 años?

Neta, es pregunta.

Anonymous said...

Que guapo es tu hermano, que barbaridad!!

Casi taanto como el hermano, ja