Estoy preocupado por mi memoria.
Cada vez se me olvidan las cosas con mayor facilidad. Detalles perfectamente recordables ya no se quedan en mi mente como antes, como nombres de actores, partes del cuerpo, capitales del mundo. Me preocupa por dos cosas: una, mi memoria me ha ayudado muchísimo para conseguir tantas cosas que tengo ahorita. Y dos, me está causando harta angustia.
Dicen por ahí que es falta de concentración. Ps igual y sí. Espero que sea cualquier cosa menos la edad, porque de plano que ahí sí no hay remedio. Otros sugieren ejercitarla. En nada ayudan los teléfonos y demás cosas que están hechos precisamente para sustituir la memoria. ¿Y si se borran? Chale. Más angustia.
El tipo de memoria que me preocupa es la de mediano plazo, que a final de cuentas es la que más archivos tiene. La de largo plazo está bien, y la de corto plazo casi no la uso. Sin embargo, casi todo está en el mediano plazo, la de largo es más bien una memoria emocional que definitivamente domino todavía.
Por ejemplo, recuerdo que la primera chava que me bailó un privado en un teibol se llamaba Kimberly. Bueno, así se llamaba hasta que nos dio en una servilleta su teléfono para que le llamáramos. Desde ese momento, supimos que se llamaba Kinverly. Yo tenía 16 años, y el guarro de la entrada me dejó pasar porque me preguntó: "¿En qué año naciste?". En el 80. "Órale, pásale... sólo porque pensaste rápido".
El boleto de entrada a ese teibol lo pagó mi memoria. Tenía muy presente que los de 18 que jugaban basket en el club eran del 80. Ya ven, sin mi memoria no hubiera entrado a ese teibol para conocer a Kinverly. ¿Se imaginan todos esas cosas que me podría perder hoy en día, 10 años después, a mis 26??
Por eso, con mayor razón, debo cargar papel y pluma, o al menos una grabadora. No, mejor pluma y papel. ¿Y si se borra la grabadora? Con la pluma y papel podré hacer lo que hizo Haruki Murakami: el libro que acabo de terminar de leer, mi primero del 2009, "What I talk about when I talk about running". Es una memoir de sus feelings cuando corre. Resulta que al guey también se le ocurren sus mejores ideas mientras corre. Pus cómo no, si es un deleite. Aunque ahí sí hay que confiar en la memoria para que las ideas que se te ocurren no se te olviden. Porque papel y pluma mientras corres... naaaah.
¿Qué hago? ¿Qué me tomo para la memoria? ¿Acaso es irremediable? No lo creo.
Mientras, esperemos que no se me ocurra nada brillante mientras mi memoria anda fallona. O que si sucede, haya una pluma y papel cerca para anotarla. Y así me pueda hacer rico rico al inventarla. Perdón, imbentarla.
Para el Arqui, que me trajo ese bonito libro del Niu York.
5 comments:
A mí me empezó a pasar eso a los 30, o sea que vas bien. Rompiste mi récord, eres más rápido en la pista.
Yo aplico el de anotar las ideas geniales en un papelito. Y, por supuesto, JAMÁS me acuerdo donde lo dejé. O lo tiro porque se me olvida que traía una anotación MUY IMPORTANTE. Alguien en un basurero de la ciudad se está haciendo rico con mis ideas. O no.
Ese libro ni sabía que existía. Tengo El pájaro que da cuerda al mundo y medio que me gusta mucho y medio que me cae gordo Murakami, no tengo una postura clara al respecto, por eso me urge terminarlo. Es que es "ambivalentemente adictivo", jaja. Tokiio Blues me gustó pero no taaaaaaaaaaaanto como a la gente que lo mamó a mi alrededor.
La edad, la edad, co cabe duda que cada vez más pronto el Alzheimer nos empieza a atacar...
Ni hablar a cargar lápiz y papél para todo..
y cuando gritabas eres una puuuta pa_...!!! ¿? jajajaja
Realmente quieres mejorar tu memoria? Meditación Trascendental...
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