Seamos sinceros. A menos de que seas un personaje de Los Simpsons, salgas en una telenovela de Pedro Damián o seas Chabelo, la fama es tan efímera como la ventaja de AMLO en el PREP.
No importa qué hagas, qué digas, qué tanto enseñes o a quién madrees, la fama necesita regarse. Qué sería de Ana Bárbara si no saliera en los programas vespertinos de chismes. Probablemente todo el mundo la recordaría como una onehitwondera (La Trampa), y no como una rompehogares (espérenme que estoy escogiendo entre el rojo carmín y el rosa veneciano para mis uñas mientras me ponen los tubos).
Algunos son famosos porque lo que realizaron fue tan impactante que ameritó quedarse en la memoria colectiva de los pueblos. Hay otros que con su simple imagen tuvieron para vivir eternamente en los otros. Recuerdo a Lagrimita, Cepillín, Kiko y Pepe Pepe como individuos que heredaron sus nombres para humillar a tantos inocentes que por una casualidad del destino resultaron ser al menos remotamente parecidos a ellos (Por favor, quién no conoce a alguien apodado Lagrimita, Cepillín (con o sin maquillaje), Kiko y/o Pepe Pepe).
La fama es el consuelo al que recurrimos para recordarles a los demás que hemos llegado a este mundo y que nos iremos de él siendo recordado por alguien más. Esa foto escupiendo desde la Eiffel, o fingiendo apagar la Flama debajo del Arco del Triunfo, o el recorte del periódico en el que salió tu mano derecha jalando al Kikín en el aeropuerto, o ese "Yo estube aqui" que escribiste en el cemento cuando estaba fresco, no son más que lindas permanencias en este mundo que olvida de inmediato.
Por eso, y gracias al mundo cibernético, puedo compartir a todos los visitantes de U.N.I.C.O. mi oneandonly pedacito de historia, el que me ha vuelto famoso. O al menos, casi famoso.
http://mediotiempo.com/noticia.php?id_noticia=24621
Para Raúl Vilchis, autor de tan notable pieza periodística.
No importa qué hagas, qué digas, qué tanto enseñes o a quién madrees, la fama necesita regarse. Qué sería de Ana Bárbara si no saliera en los programas vespertinos de chismes. Probablemente todo el mundo la recordaría como una onehitwondera (La Trampa), y no como una rompehogares (espérenme que estoy escogiendo entre el rojo carmín y el rosa veneciano para mis uñas mientras me ponen los tubos).
Algunos son famosos porque lo que realizaron fue tan impactante que ameritó quedarse en la memoria colectiva de los pueblos. Hay otros que con su simple imagen tuvieron para vivir eternamente en los otros. Recuerdo a Lagrimita, Cepillín, Kiko y Pepe Pepe como individuos que heredaron sus nombres para humillar a tantos inocentes que por una casualidad del destino resultaron ser al menos remotamente parecidos a ellos (Por favor, quién no conoce a alguien apodado Lagrimita, Cepillín (con o sin maquillaje), Kiko y/o Pepe Pepe).
La fama es el consuelo al que recurrimos para recordarles a los demás que hemos llegado a este mundo y que nos iremos de él siendo recordado por alguien más. Esa foto escupiendo desde la Eiffel, o fingiendo apagar la Flama debajo del Arco del Triunfo, o el recorte del periódico en el que salió tu mano derecha jalando al Kikín en el aeropuerto, o ese "Yo estube aqui" que escribiste en el cemento cuando estaba fresco, no son más que lindas permanencias en este mundo que olvida de inmediato.
Por eso, y gracias al mundo cibernético, puedo compartir a todos los visitantes de U.N.I.C.O. mi oneandonly pedacito de historia, el que me ha vuelto famoso. O al menos, casi famoso.
http://mediotiempo.com/noticia.php?id_noticia=24621
Para Raúl Vilchis, autor de tan notable pieza periodística.
3 comments:
¡Felicidades! ...sigues igualito...
Beso, e.
mi estimado miguelito... créame que no siempre es cotorro tener tus 15 minutos de fama, te lo dice uno que salió como cerdo en la primera plana del diario local oaxaqueño con el teacher toledo, el que salió con su máscara de blue demon en un periódico parisino para mofa de sus compañeros, el que citaron en la gaceta de la UAG para un foro, aunque su foto no era la impresa... de cualquier modo, el de usted es sublime, y en la foto pareces estar diciendo tu tradicional A HUEVO PUTOS... un abrazo mediático
Pienso que ser único y ser famoso no van de la mano, pero ah qué chido se sienten esos 10 segundos de fama.
Felicidades mi estimadísimo Briseño.
Post a Comment