Saturday, August 19, 2006

Oda al Conejo Bugs

Uno de los mejores pasajes que atestigüé en mis cinco años de historia como alumno de la Ibero, fue cuando Fernando Moreno a.k.a. "El More", enunció su tradicionalísimo discurso de cada semestre sobre las pequeñas mafias del cine mexicano como los Cardona -anteriormente- y los Sariñana en la actualidad. Para ejemplificar cuánto logran abarcar en sus respectivos filmes, "More" afirma que dichos personajes son como el Conejo Bugs.

"¿Se acuerdan de ese capítulo del Conejo Bugs cuando juega beisbol? Primera base, Conejo Bugs. Segunda base, Conejo Bugs. Jardín Central, Conejo Bugs". Esta explicación va acompañado de una comiquísima coreografía que sin falta desata la risa de sus apendejados alumnos (ya me dijeron que lo tiene súper practicado después de tantos semestres, pero igual vale, le sale poca madre).

Bueno, pues quiero referirme al Conejo Bugs para honrar humildemente a esas personas que dedican sus vidas a ser Conejo Bugs. Conejo Bugs, ve por el pan. Conejo Bugs, cierra la cortina. Conejo Bugs, quiero un helado de yogurth de plátano austriaco. Conejo Bugs, sírveme una ensalada mamona con quesito de cabra (WJP dixit). Conejo Bugs, consigue una mesa en la fondita de Doña Cuca en el barrio 58 de Acapulco, Guerrero. Pero no la que está por la ventana, sino la otra. Y que tenga dos claveles en el centro. Uno blanco y otro rojo.

Y así podrían seguir los pedidos. Pueden ir de lo más efímero e inmediato, a lo más excéntrico y tardado. Hay gente que ni picha ni cacha ni deja batear. Pues el Conejo Bugs tiene que pichar, cachar, batear, volver a cachar, aplaudir y traer los tacos de cochinita al mismo tiempo. Y estas funciones no podrían ser desempeñadas si el Conejo Bugs no tuviera una virtud básica: la paciencia.

El Conejo Bugs brilla por su paciencia, pero casi siempre brilla porque brilla. No todos podemos ser Conejo Bugs. Es como una característica innata, como los pendejos, vaya, eres o no eres. Así que si encuentran un Conejo Bugs en sus vidas, y por casualidad resulta que hacen empatía con él(lla), agárrense deai. Esas personas suelen ser las más atentas, comprensivas y amorosas del planeta, y no estoy hablando de que vayan a estar a su servicio, pero los beneficios de esa amistad estarán a la vista inmediatamente.

Sin más por el momento sólo tengo que decir a Eros Ramazzotti: Conejo Bugs, gracias por existir.


Para Mel Blanc, histórica voz del Conejo Bugs.

2 comments:

Ruy Feben said...

Perdón, me perdí en el segundo párrafo. La verdad es que desde que leí "More", no pude dejar de pensar en Wichili McCoy y "El Muchacho Chicho de la Película Gacha". Gran clase, gran reflexión. ¡Nos vemos en el Wine & Bloggers-Low-Profile el 31 de agosto!

Anonymous said...

Gracias por tanto aprecio a las personas que están al pie del cañón para "lo que se ofrezca". Y aunque muchas veces sus labores son consideradas del tamaño de un frijol, vaya que hacen falta cuando no están.
Hay algunos Conejos que lo hacen por cariño más que por paciencia. Cuando sales a las 00:00 horas y duermes poco porque al otro día hay que llegar tempra a tomar adelantos, sacar reportes y a realizar tareas en las que te preguntas hasta yo me pretunto ¿para que sirve? ponen su mejor sonrisa al saludar a cada uno de los compañeros de trabajo a los cuales seguramente aprecian y con los cuales comparten la mayor parte del tiempo. Yo en Cancha conozco a una niña que es como el Conejo Bugs...y me gustaría decirle de alguna forma gracias Kari por todo su talento, paciencia y cariño....por ser el Conejo Bugs que siempre nos ayuda sin esperar nada a cambio....