Tuesday, October 06, 2009

Lecciones niuyorquinas

Día 2 del Año Nuevo. No puedo estar mejor.

Creo que cada vez digo lo mismo y en esta ocasión no será la excepción: creo que este año ha sido cuando más he necesitado vacaciones (próxima edición de esa frase: en el 2010). El cierre laboral fue frenéticamente confuso, enmarañado y oscón. De un feeling bastante desagradable. Y casi siempre un estado se espejea en los demás rubros personales, así que aquello era un auténtico caos. Desee como nada el viaje a NY. Planeado con hartos meses de anticipación, todo salió conforme a lo planeado. Ahora, cuando digo esto, me refiero a las cosas que no deben complicarse, aunque hay quien dice que los contratiempos le ponen “pimienta” a la vida (por cierto, pobre pimienta, viviendo siempre con el estigma, jaja). Yo creo que no, que hay cosas como los vuelos y el hospedaje que deben salir como deben salir y ya. Y una vez sentadas las firmes bases de una sólida vacación, ya uno puede sazonar (con o sin pimienta) los días en los que uno se da licencias para todo.

Ejemplo claro de esto es el desde hoy legendario Decreto Tepozotlán. Mi carnal HMI y su servidor decidimos, el viernes 18, cruzando la primera caseta rumbo a San Miguel de Allende para un bodorrio previo a viaje a EU, que durante las dos semanas de la vacación se consumiría (al menos) un brebaje de aproximadamente 330 mililitros que contuviera sustancias intoxicantes. Oséase, había que chupar mínimo una chela, y el límite era, no sé, por decir algo, tomar tanto como para bailar en calzones junto al Vaquero Encuerado de Times Square, qué se yo (no no, no mamen, no sucedió, no estamos tan orates).

Por supuesto, cubrimos todo el espectro. Desde el día que tomamos una chela, pasando por las 3 o 4 chelas, el “ya perdí la cuenta de las chelas, contemos los cascos”, el “en qué momento nos sirvieron chelas si estábamos con el tequila”, hasta llegar a “¿en qué chingada estación vamos”.

La peor jarra se la atribuimos a Bob, un ex boxeador que hoy atiende un bar en SoHo, y que así de bolas nos servía shots de tequila y whisky mientras nosotros socializábamos con media barra. He aquí la foto de reconocimiento con Bob, unos días después de que nos pusiera un cuete de aquellos.

Las noches en NuevaYork y Washington tuvieron alta dosis de camadería y complicidad. Espacio especial de agradecimiento aquí a Anaiid, que gentilmente nos orientó sobre cómo sobrevivir en la Manzana y no morir en el intento. A continuación, foto en la que aparezco con cigarro en el hocico, signo inequívoco de que estoy bien pedo, o muy a gusto, o las dos, en su defecto (en este caso: opción c).


Claro claro, no todo fue alcohol. La vacación 2009 se construyó alrededor de varios eventos de gran magnitud y alto interés para nuestras mentes cromagnonas. En primera, fuimos al Yankee Stadium a presenciar uno de los 3 últimos juegos de la campaña regular entre NY y Boston. Sobra decir que yo le voy al Yankee y mi compadre al calcetín rojo. Nos tocó ir al del sábado, un verdadero juegazo que acabó 3-0 favor el Yankee, y que dejó a HMI resignado a ahogar sus penas en cervezas de 9 USD (¡¡¡¡9!!!!), aunque al final no le quisieran vender otra porque traía una en la mano (pinches gringos puritanos, jaja).


Al día siguiente, fuimos a ver a los Jets contra Titanes de Tennessee. Y contraria a la afición del beisbol, que es bastante civilizada y no por eso guanga o poco apasionada, los fans de los Jets de la NFL son unos auténticos trogloditas que entran al estadio después de tres horas de tragar y beber en el estacionamiento (y miren quién lo dice para su sorpresa). Desde luego, lo que gritan y hacen adentro no son precisamente Padres Nuestros ni obras de caridad. Muy manchado el asunto, y todo bajo una lluvia pertinaz (50 varos a quien me diga otra sustantivo distinto a lluvia que pueda ser acompañado por la palabra pertinaz). Con todo y todo, estuvo chingón porque gritan con todo, se emocionan cabrón, y eso se contagia.


Al día siguiente nos trasladamos a Washington, donde nos recibió amablemente mi primo Pepe (alias Pepón, alias Joselito), quien a pesar de sus ajetreada vida nos condujo a lugares interesantes de esta bonita ciudá (extrañamente no hay foto con él, no puede ser). Pero el meollo del traslado a WDC era el concierto de U2. Carajo, qué pinche concierto. Difícilmente habrá alguien que iguale el escenario que han creado estos cabrones para su gira. Y no sólo eso, sino que montaron con gran detalle los ambientes para cada canción, por lo que cada una se convierte en una experiencia singular. Singular y excitante. Vendrán a México, y con la vibra del tenochca, la experiencia colectiva será aún mejor. De bonus, Muse le abrió a U2, ainomás 10 rolitas de ellos pa’calentar, también grandiosos.

(Euforia simulada antes de la euforia verdadera).

Estaría cabrón plasmar aquí todo y cada uno de los detalles de este viaje. Sólo tengo que decir que no hay mejor viaje que el que por sí solo te hace renovar el espíritu, las convicciones y los objetivos. Quince días para resetear el alma y ahora tupirle duro al día a día, mismo que te permitirá ahorrar para el próximo año, llegar nuevamente mayugado a una nueva vacación y así repetir el ciclo.
Así las cosas, ora sí: ya vine (y se aguantan, jaja).


Para HMI, que vengan muchas más.

10 comments:

Pacasso said...

Buen post, gran viaje... seguramente generará un recuerdo pertinaz... (al rato paso por mi lana)

Anonymous said...

vendran muchos mas!!! eso es Las Vegas??? wooooow! creo que me voy a divertir.

un abrazo hno,

HMI

Ricardo Otero said...

Precipitación pertinaz? No, no queda...

Mi mejor amiga también estuvo en ese concierto de U2. Yo honestamente creo que me habría emocionado más por Muse.

Miranda Hooker said...

Yo le apuesto a: rencor pertinaz.

Tú pones el ejemplo de que uno trabaja para vivir y parte esencial de la buena vida son las vacaciones.

Felicidades por tu año nuevo en la chanflecuenta.

In phidelio said...

Una pertinaz venida, jajajaja

Anonymous said...

Jaja!
Que buen recuento pero... Sin mención a 'pinche taco'??
Los extraño!

Anaid

Chanfle II said...

Pinche taco!!! Claro!!! La mejor taquería de NY, y que sin problemas se da un tiro con las mejores de por acá. Esa torta de carne... aaaah!

Anonymous said...

ya se le extrañaba...buen post

azm said...

buenas anécdotas, buenas fotos pero... porque en la última mamarracheaste con actitud y pose de jerry macguire empezando una nueva vida

Chanfle II said...

Aldito, es pose del gran Usaiiin!!