Tuesday, August 21, 2007

Llover o no llover

Ése fue el dilema: pleno verano, estación en la que llueve a madres, pero a pinches cántaros. Las nubes estaban más cargadas que la espalda del Pípila. El cielo cerrado, negro. El suelo arido (sin acento), abriendo sus boquetes, listo para recibir el chubasco. Cincuenta tenochcas bailan durísimo y le imploran a Tláloc. La milpa hasta se anticipa y le ordena al maiz crecer y pelarse solito para meterse al vasito del esquite. Peor aún, los sedientos miran al cielo y abren la boca.

Y a pesar de todo, no llovió (o no quiso llover).

Que venga el otoño.

Every day do something that scares you. Always understand success and manipulate fear.

Agregado post-post: ¿vieron que hoy llovió llovió?

2 comments:

Anonymous said...

Las personas que nos dedicamos a la literatura apreciamos posts que esgrimen, así, el lenguaje. Más aún, si cuentan con matices meteorológico-simbólicos.

Anonymous said...

Siguiente estación (en ambos sentidos).

En verano también ha llovido y mucho, así que si el clima reacciona de una manera "atípica", ni qué decir de lo que esperamos de la gente.

Si nosotros tuviéramos estaciones, serían muchas más que sólo 4.