Thursday, April 30, 2009

¡En el reven, gooooeeeeeiiiii!

El Maestro WJPorter ha sido recurrentemente referido en este espacio. Recuerdo que él fue una de las primeras personas a las que le dije que abriría un blog (y lo condenó, juaaa, no se me olvida). Ahora, anda en la lejana Halifax, Canadá, realizando estudios posgraduales que sólo me lo andan confundiendo más de lo que ya estaba.

Sin embargo, lo tarolas no se quita con los kilómetros, y sigue siendo el mismo carnal de siempre. Aquí les comparto una colaboración especial suya que aloja u.n.i.c.o. con gran honor. Espero que sea de su agrado. O no, jaja ¡Es Wallace!...


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Dos personas que no logras identificar en un contexto en común se conocen. La curiosidad lleva a una pregunta obvia: ¿de dónde?

La respuesta sitúa a los actores en escenarios que dan al preguntón una buena idea de cómo es la relación entre ellos. “¿De dónde conoces a___?”

"Lo conocí en la universidad" sugiere desde conversaciones triviales en los pasillos hasta volarse clase juntos para echar la ficha. "De la oficina" implica una relación diplomática porque están forzados a convivir casi diario bajo el yugo del capitalismo. Vamos, la respuesta ayuda a explicar como la vida interconecta a dos personalidades que forman parte de nuestros mundos sociales pero no nos explicamos en qué punto de sus vidas coincidieron. El "dónde" nos permite imaginar el mundo que comparten y el tipo de relación e interacción que tienen.

Sin embargo, hay una respuesta que me puede llevar a derramar bilis.

¿De dónde conoces a X?
Del reven, gooooeeeeeiiiiii.
Puta la que vende huevos… ¡qué ganas de tener una escopeta! ¿Por qué? Veamos:

La palabra "reven". Piensa en alguien que consideres teto. Ahora imaginal@ diciendo “estuvo chido el reven del sabado, goooeeeiiii”. Claro que no cuadra. Esa palabra está reservada para la banda quesque cool, tan mamadora ella. No vas a un "reven" en casa de tu tía; vas a un reven en el Pasagüero (o cualquiera que sea el tugurio “alternativo” ahora), gooooeeeeiiiii. Cuando alguien contesta “lo conozco del reven” está, entre otras cosas, clasificandose como el tipo de persona a la que le es permitido usar tan sangrona palabreja. Es decir, cool, kitsch, alternativo… ¡Mamador! Superen la prepa, ¡chingá!

Ok, en cualquier caso la respuesta abrirá una puerta para que el que contesta presuma un poco sobre sus habilidades y monerías. “Lo conozco del gimnasio” es otra manera de decir “estoy mamá Dolores”. “De la chamba” puede ser una discreta forma de farolear éxito profesional. “Del reven” pretende colocar a la persona como una especie de socialité alternativo. El mentado desmadre es su estilo de vida, mismo que le permite expandir su red social. Esta respuesta también nos habla de lugares de onda, música no comercial y situaciones bien locochonas, gooooeeeiiii.

Hay un elemento muy arribista en todo esto. No sólo es el privilegiado uso de la palabra “reven”, reservada para aquellos que emanan actitud. Tampoco se limita a farolear un estilo de vida. Se pone al nivel de la tercera persona en cuestión. Es una forma de decir “yo también le hago a eso; rujo en ese tono, así que aguas”. En resumen, “te digo con quién ando para que sepas quién soy”.

Más que nada, la respuesta cae mal porque la información que da sobre la persona que contesta. Si cambiaramos la pregunta a “¿por qué conoces a____?” la misma respuesta bien podría ser “porque soy cool, alternativo y mega desmadrozo. Rudísimo. Castigo a la sociedad con mi forma de ser”.


Para la banda, goooeeeiii.

Tuesday, April 28, 2009

Ándale, salúdame

Ayer salí del trabajo y a la salida estaba un tipo de Recursos Humanos. Buena onda él, un hombre al que siempre saludo. Sin embargo, en esta ocasión no lo vi y él me alertó de ello con un "¡Señor!" (odio que esa expresión para referirse a la gente, como quesque de respeto pero íntimo-wannabe. No sé, nomás no).

Volteé ante el llamado y al verlo le extendí la mano en automático. El cuate miró fijamente mi osadía y decidió ser polait dándome una chocadita y luego ofreciéndome el puño como inventando un saludo bien carnalesco, originalísimo, pero con el subtexto subrayado de "mírame y no me toques" (o lo menos posible, por favor). No tuve más opción que acceder.

Chale chale chaaaaaale. ¿Ahora resulta que ya ni nos vamos a tocar? Me lleva... Digo, no es que me esté muriendo del coraje porque este cuate de RH ya me sacó un odioso saludo mafufo, pero como que no está chido que a todos nos dirijamos de lejecitos.

La del mexicano es una cultura del contacto. Mamón es el que no saluda bien, efusivo, el que nomás aplica el saludo cumplidor, la que nomás besa de piquito. Nosotros nos pasamos de querendones hasta con desconocidos. A diferencia del gringo, que saluda de mano para todo, el mexicano aplica el becho, el abacho, el apapacho, y los más mandados, el arrumaco y el ponchón.

El saludo te dice mucho de la gente. Es un claro mensaje de guerra, paz o indiferencia. Recuerdo que en secundaria había una chica un año más grande a la que particularmente me encantaba saludar porque, además de que olía a cielo, te daba un beso en el cachete y no nada más ponía el suyo para chocarlos. También había otra, cuatro años más grande, que decía que yo era "su novio" y gozaba con darme un beso rozando la boca para hacer constar nuestra "relación". No me la encontraba siempre en el patio, pero uno de esos a la semana bastaba para siete noches.

Ahora habrá mucha gente a la que extrañaré saludar, y sólo con esa ausencia de saludos uno se da cuenta la cantidad de rituales que construye a partir del gesto. Carajo, compadezco a los que cumplan años por estos días, como Sandrite, por ejemplo. No dudo que haya percibido menos calor corporal en algunas felicitaciones so miedo de contagio (bueno, igual en algunos casos lo agradecerá...)

Mientras siga el virus entre nosotros dudo que las cosas cambien. Y la paranoia del saludo no será la excepción. Por mí no se me preocupen, yo se los guardo y cuando acabe este jelengue ajustamos cuentas, según sea el caso, claro.


Para Lucy, y ese aliento salivoso-cigarroso.

Monday, April 27, 2009

¿Y el ligue?

Confluyen coyuntura y lunes en el Korova:

Entrega 4: ¿QUÉ FALTA?


Por si gustan. Si no, no hay tos. (Después de esto, prometo pararle al tema de moda. Lo jurito).

Sunday, April 26, 2009

Los Bandidos de Río Frío se cuidan de la Influenza

Ok, pues como nadie quiere, y ni siquiera puede hablar de la Influenza porque ya está cerrado todo y sólo queda trabajar y esperar a que la aplaquen, pues uno tiene que enfrentar (y postear sobre) la Influenza.

Y como este domingo ha sido domingo de No Mercy en la Madriguera Ibrahim, los hermanos Karamazov (o Torpedo, por torpes y pedos) y su servidor nos preparamos para ir al Starbots por unos brebajes. Los cubrebocas están agotados (o cotizadísimos), así que improvisamos unos cubrehocicos con lo que teníamos a la mano.

Además, los paliacates noventeros nos invitaron a completar el atuendo con gorras antivirus (nótese que la mía es del odiado ManU) y lentes oscuros para no ser reconocidos. 

Varios se rieron de (con) nosotros y una señora nos gritó "Groseros, niños, majaderos". Ay señora, ni aguanta nada, qué poco humor, espero que la Influenza no le haga nada malo, jaja...

En fin, con ustedes, la versión fresa-polanquesca de Los Bandidos de Río Frío cuidándose de la Influenza...

Nótese que llevo cerca de 36 horas con la playera de Travolta-Samuel L Jackson en Pulp Fiction. Un exitazo. También hay que apuntar que los hermanos Karamazov sí están de miedo. 


Para ellos, pues, y otro gran domingo. ¡Larga vida al No Mercy!

Friday, April 24, 2009

Cosas que me cagan de la influenza

- Cualquier pendejo aprovecha para sentirse importante usando cubrebocas, así como para que digan, 'ay mira ese guey qué responsable' o 'ay mira ese guey está enfermo'... Baaaah!

- Cualquier pendejo aprovecha para decir mil pendejadas, como que van a empezar a liquidar la Ciudad por la Torre Latino.

- Cualquier pendejo va componer una canción con motivo de esta madre. Algo así como 'rap de influenza' o 'Influenza DJ mix featuring mediomundo'. Y será Nigga o algún mamador del estilo.

- No van a faltar los oportunistas que vendan playeras de "Yo sobreviví a la influenza" (me apartan una por favor).

- Nunca falta el pendejo que no ve la tv, ni internet, ni nada, y hoy viernes fue a la escuela para ver la cartulina: "Se suspenden laborez por influensa" (duuuuuuh).

- Que digan "A mí me dio Influenza de chiquito".

- Que digan datos históricos de la Influenza que a nadie le interesan.

- Que digan Influencia (duuuuuh).

Y así. Pinche Influenza.


Para Valeria, quien aceleró el proceso de este post.

Thursday, April 23, 2009

Mi nuevo nombre

Recuerdo que en algún momento de la primaria, había un pinche chistocito al que le parecía muy cagado decirme Angel Miguel. Y yo, en respuesta, le decía Luis José. El u.n.i.c.o. problema es que él lo disfrutaba porque a mí me zurraba, y a él no le causaba la menor congoja, en parte porque era mucho mayor y yo era el pendejo al que chingaba.

Fast Forward a abril de 2009. Llevo varios años inscrito en el gimnasio, y desde el principio me dedicaba estrictamente a la actividad de "ir al gimnasio": llegar, dejar mis cosas, pedir mis toallas, correr, hacerme pendejo tantito, bañarme, vestirme y a la chingada. Realmente no establecía mayor plática ni relación con nadie... ni siquiera con ese bombón que tanto me gusta y de la que ya he escrito.

Bastaba un cordial 'Buen día' y no más para anunciar mi llegada al vestidor de hombres. Pero un día, no hace mucho, decidí llamar a los toalleros por su nombre. ¿Por qué? Qué sé yo... por mamador.

Entonces era: 'Hola Óscar, buen día' (sin respuesta). 'Luis, buen día' (sin respuesta). 'Pablito, buen día' (gesto adusto+sin respuesta). Uta, pinches mamones. Tabien...

Hasta que un día, el tal Óscar llegó al pasillo donde me vestía, y le platiqué con él. ¿Por qué? Qué sé yo... por mamador. El tipín es un chaparrito, enclenque, que me recuerda a un cuate de la secundaria al que le decíamos el "Castor". Resulta que estudia diseño nosedónde y nosequémás. Bla.

Desde ese día, noté que en su respuesta al 'Buen día', añadía una palabra más no identificada. Por más que ponía atención, no entendía cómo me decía. Hasta que un día distinguí: 'Angel, buen día'.

Angel. Mmtamadre. Nadie en mi pinche vida me ha dicho Angel, salvo aquel gandul de la primaria. Angel. Me han dicho Miguel, Miguel Angel, Micky, Miggy, Mike, Michael, Maikol, mi amor, mi vida, mi máximo... pero nunca Angel.

Al escucharlo, como que medio me cagó, pero no le di mayor importancia. Me siguió diciendo Angel, y varias veces me quedado a nadita de decirle "a ver, maestro, no me llamo Angel, bueno sí me llamo Angel pero me gusta que me digas Angel, Miguel o Miguel Angel cabrón, no Angel, ¿ok? Sale...". Así, o algo por el estilo.

Pasaron los días, y todos sabemos que cuando agarras confianza con alguien, empiezas invariablemente a ponerle diminutivos y distorsiones a su nombre.

Bueno, pues de repente este guey ya soltó el "Angeliiiito". Luego, haciendo pesas, me lo encontré en el pasillo y aplicó el "Ese Angeliiiiiño". La última: "Es... Angelooovsky". Y ahí ya me cagué de risa, y aquella tirria que tenía a razón de aquella jodedera en la primaria se transformó en motivo de post.

Este lunes, Óscar me devolvió mi credencial a cambio de las toallas usadas, y por primera vez en un rato tuve la precaución de voltear a ver a detalle mi nueva credencial. Cosas del universo, que acomodan los nombres como se les antoja, con tal de que a uno se le quite lo mañoso a la hora de ser nombrados:

Pinche Sport City. Mamadores.


Para Oscar. Pobrecito, y él ni en cuenta.

Monday, April 20, 2009

La matriarca (Entrega 3: PAN DULCE)

Dense una vuelta por el Korova, que hoy es lunes. Ainomás.


Para allá, para allá.

Hijo de la barbacoa

Llevaba, mínimo, unos 7 años de no entrar a esa casa. Y en cuanto di los primeros pasos en el terreno del pasto disparejo, de las matitas que ponchan pelotas, de las mini-sequías que dan pie a nidos de hormigas, se dejó venir una avalancha hiperreal de recuerdos.

Por el cumpleaños 89 de mi abuela paterna, fui el sábado a La Cañada, un pueblo ubicado en Hidalgo, a 15 minutos de Tepeji del Río. Ahí pasé gran parte de mi infancia, jugando futbol con mis primos, montando a caballo con mi hermano, comiendo gorditas con mi panza y yendo a misa los domingos con una constancia jamás repetida.

Sé que la siguiente frase no es el descubrimiento del agua tibia, pero... "cómo han cambiado las cosas". Antes, ir a La Cañada implicaba el aislamiento global, en el que sólo había llamadas de larga distancia desde la casa del tío Manuel. Ahora ya hay señal y en unas casas, internet y Sky. Antes, sufríamos para ver entre líneas los partidos del Cruz Azul. Los niños ya no se comen las hormigas rojas como lo hacía mi primo Alex (jaja), ni juegan en una caja gigante ocupada por corucos como Julia, jaja, sino que se trasladan a través de un punte colgante perfectamente seguro (Julia, te presento a los corucos). No hay ímpetu futbolero, pero eso seguro regresará cuando los hombres de la familia tengamos hijos. 

Lo que no cambia y nunca cambiará es uno mis olores favoritos: el de la barbacoa recién salida del horno, ese horno que tiene grabada la leyenda "El Berrinches", según mi familia en alusión a un servidor (según yo en alusión a Cirilo, el eterno guardián de La Cañada). Ese pinche olor es una combinación de la carne del borrego con las pencas de maguey y con el ladrillo y con el fierro de la olla...

Aaaaaaaaaaaaahhhhh...

Y comerte un trozo de barbacoa recién salida del horno, literalmente, no tiene comparación. El sábado lo hice otra vez y qué cosa más deliciosa. En agradicimiento, me tomé una foto con el sacrificado, que al parecer estaba un poco tenso al bajar a la simulación del infierno.

Me llegó fuerte el rumor de que Alex hará su cumpleaños ahí. Venga, apoyamos la moción.


Para los nativos de La Cañada, el pueblo donde todos saludan.

Thursday, April 16, 2009

Discusión con la ñora ñanga

México es un país de escándalo, y lo digo en sentido literal: conformamos una nación de gente escandolosa, mitotera y argüendera, pa'qué negarlo. Vendemos tamales con altavoz, los micros tienen que ser ruidosos, la lotería se anuncia con gritos (desde niños se les educa), en la escuela "te vocean", y hasta en funerales terminamos alzando la voz más de lo debido.

Después de esta justificación genética/ancestral, debo aceptar que soy gritón y la Yad también. Sí y qué pedo. Pero en este país del escándalo, esto no debería ser un factor sorpresa, sino de costumbre. Vengo de una familia en la que las cosas se solucionan con decibeles y así nos moriremos en el intento. No comprendemos la poca eficacia del método, pero es una tradición muy arraigada como para cambiar.

Hoy fui a desayunar con la Yad a La Buena Tierra, y como siempre, la chorcha fluyó de lo lindo con el tema variopinto. Apenas nos iban sirviendo los huevos (por feo que se oiga), y a la mesa de al lado llegó una familia conceptualmente amargada: ñora ñanga con pants grisáceo de Wal Mart, hija regordetilla con gesto adusto, y un fulano que supongo era su marido por la cara de "pago-a-huevo" que se cargaba. No hablaron una chingada, se ve que estaban divertidísimos.

Tan intrascendentes como se oyen, se sentaron al lado y nosotros proseguimos a huevear. Se fueron los platos, llegó la sobremesa, el pan de plátano, y la plática se instaló sin estorbo alguno. Sin embargo, la ñora no dejaba de voltear. Llegó un momento en que casi metía la narizota en las migajas de mi plato, así que con esa sutileza que Dios me dio, voltee para decirle:

Ch. II: "Señora, ¿quiere sentarse con nosotros?".
ÑÑ: Pues no, suficiente tenemos con amargarnos el día...
Ch. II: Uuuuuy uy uuuuuy...
Yad: Pues es que está muy interesada en nuestra plática...
ÑÑ. ¿Qué? ¿Te molesta que te vea?

(Si hubiera sido un programa cómico, todos los comensales de La Buena Tierra hubieran volteado hacia nuestra mesa, y en conjunto hubieran dicho: uuuuuuuuUUUUUUYYYY...)

Yad: ¿Cómo?
ÑÑ: Pues sí, llevas hablando tooodo el desayuno.
Ch. II: ¿Y qué quería señora? ¿Qué quería? ¡Mejor véngase con nosotros!

Y ahí entró la hija regordetilla con la frase más importante de toda su lacra vida:

"Ya deja de gritar".

Tssssssssssssssssssssssstt. Tssst, tst.

Y se largaron.

Por un instante, llegué a pensar que en algún remoto planeta, por alguna extraña razón, en algún resquicio de la razón, la familia de la chingada podría tener un mínimo de razón. Pero no. Ni madres.

Porque, como bien dice Yad, si eres tan histérica, y tan ñora, y taaaa ñanga...

1. Desayunas en la tranquilidad de hogar viendo Hoy y matas las 2.8 neuronas que te quedan vivas en tu ya de por sí degradado cerebro.
2. Buscas un lugar con poca gente, y no vas a La Buena Tierra, un restaurante con un diseño precisamente ruidoso, con gente ruidosa, que va a hacer escándalo porque así es la pinche gente en este país. Punto.
3. Vas por la vida con tu iPod y te aislas, o bien, te metes unos tapones en las orejas... o en otro lugar que te dé mayor satisfacción.

Y si ninguna te place, pues te chingas, y como dijo Fox: "Comes y te vas". De preferencia, a Noruega o a Nigeria, a ver si ahí entienden tu pinche histeria.


Para Yad... más pláticas como la de hoy.

Monday, April 13, 2009

Mrs. Robinson, you're trying to seduce me

Sólo pa'recordarles que hoy es lunes de Korova. Vamos, ándenles. Nomás denle click aquí:



Para hacer costumbres. Nuevas costumbres.

Sunday, April 12, 2009

Cuando las rolas que te gustan se vuelven clásicos

Pasa que durante mucho tiempo en el trabajo fui "el niño". El más chico, el que todavía estudiaba, el muy idealista. Ya no lo soy, sin embargo, todavía pertenezco a un grupo minoritario Sub-30 que no había nacido mientras los más veteranos ya habían visto pasar 2 Mundiales y 2 Olímpicos.

En contraste, pasa también que soy el primo más grande de mi familia materna. Y cuando salgo con ellos, y con amigos chingativos como Luis, soy "el abuelo". O sea, me preguntan que si Romario era bueno, así como yo preguntaba si Platini era bueno. Me doy a dar un tiro cuando mi sobrino Santiago me pregunte si Zidane era bueno.

Todo es relativo ("y por algo pasan las cosas", jaja). Sin embargo, en esta etapa del adulto contemporáneo -ese término engendrado por Feben-, hay síntomas inequívocos de que poco a poco el grupo de "gente más joven que tú" va creciendo y, inevitablemente, te aplicarán las burlas que tú les aplicabas a tus tíos y o primos más rucos, y ante ello responderás las mismas cajoneras como "ya quiero ver que llegues a mi edad como estoy yo" o "pinche niño primero págate tus pedas y luego hablamos".

Así como los jugadores de futbol son referencia, también lo son las películas y las canciones. Y el otro día acordándome de A lot like love, una de las comedias románticas que más me gusta, caí en la cuenta de que una de las pagüer balads que más me laten... ya es un clásico.

Ashton Kutcher quiere reconquistar a Amanda Peet, y entonces le va a cantar con todo y palomazo una canción de Bon Jovi, apodo que le pone a su ex galán a manera de crítica. Esa canción ya era dos tres viejilla cuando me empezó a gustar en los 90, pero aún no era clásico. Luego la escuché en vivo en el 2001 en el Foro Sol y fue la mejor de aquel concierto. Sin embargo, una década después, los primeros acordes de I'll be there you le son totalmente lejanos a la generación de hermano, y más aún, a criaturas posteriores. 

¿Por qué?



Pues simple. Porque cuando las rolas que te gustan se vuelven clásicos... ya estás ruco, carnal.

Jaja, ni peiper.


Para los fans de Bon Jovi. Y los de Ashton Kutcher, que como yo, quieren ser como él cuando sean grandes. Más grandes, vaya.

Tuesday, April 07, 2009

Por si alguien preguntaba: Mis 5 películas favoritas

La primera vez que vi en Facebook este pedo de "Mis 5 películas favoritas" dije 'ah, tachingón'. Pero después todo el mundo empezó a ponerlo, y luego salieron con "Mis 5 canciones", "Mis 5 soundtracks", "Mis 5 series", "Mis 5 follones", "Mis 5 marcas de cotonetes", "Mis 5 tías más desagradables", "Mis 5 pedos más olorosos", etcétera.

O sea, lo chotearon. Y en particular le tengo una especial veneración a las preguntas que solicitan "tus 5 algo" como para que lo estén chaqueteando con cualquier cosa. O sea, imagínense, Juanito prostituyó sus 5 equipos favoritos al poner que uno suyo era el Liverpool (pggghh) porque "no había otro" (pinchejuan).

Entonces, como me da hueva entrarle al pinche choteo propuesto por FB, pues aquí les van, en exclusiva para u.n.i.c.o. las 5 películas favoritas del Chanfle II, con todo y explicación, para que lo vea quien quiera. Y al que no le interesa, pues que se pique donde tenga comezón.

(Aclaración: no hay jerarquía)

1 Boogie Nights

Nunca he visto una manera tan frontal/real de abordar el sexo. En la vida, los mortales veneran a quienes logran convertir el sexo en una actividad "cotidiana", y a su vez, los que lo logran, llegan a un punto en que les es complicadísimo librarse de esa "normalidad". Boogie Nights explica este dilema totalmente común, pero no por eso fácil de contar.
Mark Wahlberg es un pinche campeón, Heather Graham es un ángel y Julianne Moore merece que todos le besemos los pies por esa actuación (aunque sea la imagen pedorra de Liverpool, jaja). No hay miembro de este majestuoso elenco que no transmita una emoción intensísima, y el final... jajaja, el final es glorioso. La primera vez que lo vi no pude dejar de reír por 10 minutos. PT Anderson es de mis 3 directores favoritos desde entonces.

2 One Flew over the Cuckoo's Nest

¿Qué papel será más difícil que interpretar a un loco que no está loco? Nicholson ha tenido mil retos en su carrera, y estoy seguro que no ha encontrado otro más difícil que éste (Dato curioso: Dustin Hoffman dice que en esta época es durísimo conseguir papeles, a menos que seas Jack Nicholson. ¡Dustin Hoffman dice eso!)
La enfermera es un personaje de completo terror, y todos los lurias, con Christopher Lloyd con especial mención, están geniales. Además, Los Simpson parodiaron el final y eso te da puntos extra. Milos Forman es un director perfecto. Vean Amadeus, The People vs. Larry Flynt o Man on the Moon y compruébenlo. Obvio, primero vayan y renten al verdadero Cucú.

3 Into the Wild

Por el momento en que la vi, Into the Wild me marcó de por vida. Y me hizo idolatrar a Sean Penn foreveranever. Porque su labor, antes que fílmica, fue periodística al ir a convencer a la familia de Alexander Supertramp de narrar esta historia de lecciones y moralejas dolorosísimas.
Emile Hirsch demostró con este papel que será (precisamente) el Dustin Hoffman de nuestra época: un actor súper confiable y solidísimo pero que siempre estará a la sombra de las súper estrellas.
La película es un catálogo de consejos de vida, de must's y mustnot's. El más claro: ningún extremo es bueno. Tan simple y tan complicado como se oye. Si algún día están perdidones, veánla y sean felices.

4 All the president's men

La primera vez que la vi estaba en el punto en que diario me daba un baño de idealismo y no me secaba para ir a la universidad. Así que, cuando entré a trabajar, me lo quitaron a toallazos y al paso de unos años, me quede con la dosis necesaria. Y cada vez que se evapora el agüita, veo All the President's men.
Hoffman y Redford se metieron cabrón en sus interpretaciones. Y aunque siento que les faltó un poquito más de crudeza en el tema de las amenazas, la peli refleja perfecto la ansiedad y la angustia de un periodista cuando busca una historia, y peor cuando ésta implica el derrumbe de un presidente.
Recomendable para cualquiera que sea (o al menos intente) ser periodista, para que sepan cómo se hacían las cosas antes de la grabadora.

5 L'homme qui aimait les femmes

Un día llegué a Blockbuster dispuesto a descubrir algún "cine de autor" (como si las demás películas las hiciera el aire). Entonces, escogí a Truffaut... y me volvi adicto. Empecé con Fahrenheit, y después llegó L'homme qui aimait les femmes. Carajo, carajo, qué gran película (Jules et Jim, Les 400 coups están buenísimas también. Domicile Conyugal no tanto).
La premisa es sencilla: no importa el formato, el contexto o la situación. Si tú quieres a un mujer, la mujer te va a querer. Ya que se quejen de todo o que se den su taco, ya es otro cantar. El problema de este carnal fue que quiso a todas al mismo tiempo. Una vez más, el final es una joya. (Cualquier proyección es mera coincidencia, ja).


Para pasar el rato, ya saben.

Monday, April 06, 2009

The Korova Milkbar

Un día en Plaza Universidad salió el tema de la clasificación de los nombres. Otro día surgió el de las cosas intrascendentes, pero cagantes. En otro más, el de los conciertos ciegos. Y siempre el de las mujeres. Mujeres, mujeres, mujeres.

Resulta que Inphi y un servidor siempre acabamos hablando de la inmortalidad del cangrejo (y de sus hijos y sus nietos). Y como hace unos días yo acababa de hurgar en Recolectivo, y me pareció un sistema genial en la que brillan mentes geniales, pues decidí proponerle armar uno propio. Bicéfalo. 

Y no es que nos demos nuestro taco, pero sí. Futuras adquisiciones serán concertadas con el paso del tiempo. Mientras, el sistema es el siguiente: cada lunes postearemos sobre un tema en común que haya propuesto uno de nosotros (uno y uno, cada semana). Y ya. Que lea quien quiera leer.

Son dos perspectivas distintamente idénticas. Inphi y yo solemos diferir en la forma y coincidir en el fondo. En esa disparidad de matices está el chistecito del nuevo blog. Mi nuevo blog. Con ustedes:


Por primera y única ocasión, se posteará en miércoles. Del siguiente lunes en adelante, cada lunes. Y lunes nada más.

Por supuesto, seguiremos con u.n.i.c.o. Este nomás será su hermano menor. El weird-o de la familia. Pobrecito, necesita atención.


Para seguir escribiendo. De todo, si es posible.

Saturday, April 04, 2009

Carta a Andrés


Andrés:

Estoy acordándome de ti. ¿Qué estarás haciendo? ¿Acaso en los brazos de otra mujer? Y yo extrañándote tanto. Recuerdo los día que estuvimos juntos cuando lo prohibido era el juego más maravilloso y excitante. Llegué a amarte tanto que no importaba nada más, ni los murmullos, ni las críticas, ni nada.
¿Qué estás haciendo ahora mismo? Me encantaría estar contigo viendo el día llegar junto a ti. Te extraño, extraño tus ojos, tu olor, tu inteligencia, tus relatos que me hacían volar mi pensamiento a miles de direcciones en un segundo. Te he amado tanto que a pesar del tiempo imagino que algún día volverán esos días de locura infinita, de alegría desbordada..
Nunca pude decirte te amo, pero Andrés, te amé desde el primer día que te vi, y yo sé que tu también llegaste a sentir no sólo (ilegible) por mí. ¿Cuándo vienes? ¿Cuándo vuelves?

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(Por eso la gente ama tanto el cine. Nos permite hurgar en lo más profundo de los sentimientos de otras personas... aunque sea a través de la ficción.).

Hoy me encontré esta carta tirada en la calle, en la esquina de La Casa de la Bugambilia. Nunca llegará a su destino, ni siquiera si no la hubiera recogido. Resulta que una chica extraña a Andrés, una chica que nunca pudo expresarle sus sentimientos. Andrés, por lo que leemos, la hizo volar a lo grande. Y en algún momento, infiero, desapareció y... no da señales de vida.

Me da la impresión que sobrevaloramos las incógnitas. O sea, una cosa es el jugueteo del misterio, y otra muy distinta es el de la intriga. Creo que pasamos mucho tiempo provocando y planeando, y poco tiempo ejecutando y disfrutando. Me parece que la vida sería más plena si hubiera más gente que desechara la indecisión y tomara decisiones más firmes.

Por supuesto que desconozco el contexto de Andrés y su chica. Tal vez la partida de Andrés era inevitable. Pero, ¿y si no? ¿Y si ella le hubiera dicho tal y tal, todo lo que pone en la carta? ¿Si en vez de haberla leído yo, la hubiera leído él? 

Bueno... pues Andrés, si estás leyendo este blog en la nueva sección de "Al Servicio de la Comunidad", hazme el favor si eres tan amable de ir con la chica que te desea y ponerle unos arrumacos cariñosos. 

Los demás... no pierdan el tiempo en mentiras e indecisiones. Si es, es. Si no, constaten bien si no. Y si no, pus no. Y si es... ándenles: vayan y digan lo que sienten. Es mejor eso a que lo escriban en una carta y luego se les pierda. Y que en vez del indicado, la termine leyendo un extraño. Un extraño que pretende darle un buen uso, pero extraño al fin.


Para que los confundidos se quiten la pesada losa que traen encima.

Wednesday, April 01, 2009

Rechazo a una pedorrez

Ayer, a las 2:36 pm, recibí un mensajito de mi primo Toño: "Hoy diego luna va por el ariel... nominado por ryc.. ¡Estoy contigo Diego!"

Entre tantas respuestas que se me ocurrieron, sólo atiné en poner: "Compitiendo en la terna para mejor gasto de utileria vs. Piedra 5 y Árbol 3. Suerte actorazo".

Toño concluyó la conversación con un espasmoso "Te quiero Diego!", y mis tripas iniciaron labores de parto. ¿Sería posible que Diego Luna gane un Ariel gracias a su papel en la aclamadísima (por el peladiaje) Rudo y Cursi?

Afortunadamente, la Academia Mexicana no está tan equivocada como yo pensé, y a la vez confirmó que yo no estoy tan idiota como me han hecho pensar. Nominada sólo en categorías de actuación, incluida la de Luna, Rudo y Cursi se fue con las manos vacías.

Aleluya, aleluya.

Gracias a Dios. Rudo y Cursi es la película peor actuada, peor editada, peor planteada y sobre todo peor dirigida en los últimos tiempos del cine mexicano. Es, para ponerlo en términos muy concretos, una pedorrez. Una pedorrez con mucho éxito, lo cual no le quita lo pedorro. Pero como ya no me quiero meter en esos terrenos críticos, sólo quiero lanzar al aire unos cuantos lamentos.

¿Por qué coños no hemos podido ver Desierto Adentro, la multigalardonada de la noche? ¿O ya salió y ni nos dimos cuenta? ¿Y por qué, si Lake Tahoe ganó a mejor película, no la vuelven a poner en cartelera como lo hacen con las películas gringas para aprovechar su premio? ¿Por qué la página de los Arieles está más cucha que la interfase de este blog? ¿Por qué casi nunca va de la mano en el cine mexicano la difusión y las películas de calidad?

Quién sabe. Al menos, habrá que aplaudir que Rudo y Cursi quedó como un fenómeno de taquilla NO certificado por los expertos en la materia. Eso hubiera sido una catástrofe.

Ah, pero eso sí... ¡Te quiero Diego!


Para Toño, el contreras nomber guan, el más querido del sureste mexicano.